lunes, 21 de julio de 2008

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En esta entrada se irán depositando artículos periodísticos o académicos que tengan relación con el tema central del blog: "Educación personalizante".


Resulta conveniente para iniciar, plantear los elementos esenciales para comprender lo que es "Educación personalizante":




Educación personalizante: una Noción Heurística para entender integralmente el proceso educativo

“Treat people as if they were what they ought to be,
and you help them to become what they are capable
of being.”
Goethe.

Educar es, desde las nociones de hombre, de sociedad y de humanidad planteadas en el capítulo anterior, facilitar la emergencia de probabilidades por las que cada “tú” y cada “yo”, cada alumno concreto llegue a ser lo que es capaz de ser, lo qu
está auténticamente queriendo llegar a ser. Educar es facilitar la emergencia de vida comunitaria en cada grupo académico particular y propiciar la reflexión y el compromiso de acción paa que la sociedad vaya construyéndose en escenario cada vez más adecuado para la humanización progresiva de la humanidad en la historia.
Porque la educación auténtica, desde la perspectiva-invitación a la autoapropiación personal, social e histórica, es un proceso complejo constituido en diversas proporciones y cualidades, de experiencia, inteligencia, razonabilidad y responsabilidad hacia el desarrollo humano integral, es decir, hacia la decisión sostenida y permanente de cada sujeto individual por “convertir su peripecia personal y social en una aventura irrepetible”, en la aventura irrepetible de llegar a ser uno mismo; hacia la decisión comunitaria de construir esquemas de recurrencia que contribuyan a un auténtico bien de orden humanizante, para llegar a ser grupal y socialmente “lo que se es”; hacia la decisión histórica que nos trasciende por aportar milímetros consistentes e insustituibles de humanización al drama general de la humanidad, a través de actores individuales comprometidos responsablemente y de opciones organizativas comunitarias construidas en base a la auténtica cooperación.
Pero este desafío de la auténtica educación, es un reto permanente y complicado tanto en su proceso de comprensión, reflexión, formulación y comunicación teórica, como en sus procesos cotidianos de vivencia en el aula y en la institución educativa.
El proceso de atención, comprensión, reflexión crítica y deliberación responsable sobre la complejidad de esta intervención planificada que facilite “aventura irrepetible de llegar a ser uno mismo” que es la educación en su vertiente formal-institucional o escolarizada, con sus diversas dialécticas personales, grupales, sociales e históricas es un proceso inagotable, retador y lleno de misterios y cuestionamientos. Supone un trabajo teórico que trasciende a una persona, un grupo o “programa de investigación” (Lakatos, 1970 ) y aún a una época o paradigma (Kuhn, 1970).
Los procesos de comunicación sobre estas sucesivas aproximaciones teóricas poseen también una complejidad difícil de vencer que los hace ser procesos de muy largo plazo y exige un esfuerzo sostenido y constante a todos los interesados en ir construyendo “el campo de la educación” como especialidad del conocimiento.
Asimismo, la vivencia cotidiana en las aulas e instituciones con sus costumbres, “rituales” y tradiciones, la organización de los sistemas educativos con sus virtudes y sus vicios, y las nociones de educación que, a nivel de creencias están inmersas en la conciencia colectiva por haberse ido forjando en la fragua de la historia, son elementos que se van transformando solamente como producto de un trabajo sostenido a partir de la reflexión inteligente y razonable y del compromiso responsable auténtico en un trabajo de larga duración.
De hecho, el conflicto entre tradición y cambio, como afirma Crowe (1985) está siempre presente en la educación, constituyendo una dialéctica que va permitiendo desarrollos graduales y solamente en determinados momentos en los que las condiciones sociales e históricas lo permiten, la “emergencia” de probabilidades innovadoras suficientemente fuertes y consistentes como para producir reorientaciones más radicales en el mundo de la educación formal.
Es evidente hoy en día que el reclamo por el cambio de una educación cuyos rituales parecen haberla convertido en un rutinario requisito para la obtención de acreditaciones sociales pero vacío de retos intelectuales y de significados humanos reales, parece incrementarse día a día. Voces como la de Rugarcía (op. cit.), Kohn (1986), Cochran Smith (1990 y 1993), Gardner (1993) y muchos otros, parecen hablar de la necesidad de un cambio radical en la educación contemporánea. El cambio por el que la mayoría parece estar luchando, tiene que ver fundamentalmente con dos aspectos: la búsqueda de un auténtico desarrollo intelectual en el aula y el trabajo hacia un auténtico desarrollo humano integral en los alumnos que conlleve además una visión de compromiso hacia el cambio social.
Desde múltiples trincheras las voces del cambio se hacen oír, desde las propias aulas, alumnos y maestros parecen estarlo exigiendo, y sin embargo, las inercias, los rituales, las tradiciones, los vicios que la educación va arrastrando desde el pasado y los que se han ido originando de manera reciente parecen tener un peso que imposibilita todo movimiento. ¿Dónde ubicar una propuesta como la presente en este contexto? ¿qué significa o que pretende un trabajo académico de reflexión al hacer el planteamiento de la necesidad de una “educación personalizante”? ¿no se trata de un concepto más, de una etiqueta teórica adicional a las tantas que ya existen? ¿será “aplicable en la práctica”?
En primer lugar es fundamental señalar que el planteamiento de una “educación personalizante” no es la definición de un CONCEPTO o el planteamiento de una TEORÍA EDUCATIVA más sino la formulación descriptiva y reflexiva de una “noción heurística” que puede aportar elementos importantes hacia el discernimiento de los fundamentos auténticos de un cambio en la educación desde la perspectiva del desarrollo y autoapropiación de la consciencia intencional humana que plantea Bernard J.F. Lonergan en su obra.
Noción, dado que no se trata de un concepto perfectamente definido y cerrado en su estructura, contenidos y metas, sino de una imagen, de una intuición abierta, pre-conceptual y dinámica, que se encuentra de algún modo implícita o explícitamente presente en muchísimas de las teorías pedagógicas que a lo largo de la historia de la educación han ido develando, de manera parcial, el contenido de lo que debemos entender por educar y lo que podemos hacer para lograrlo, y que debería sustentar los actuales y futuros desarrollos teóricos, si lo que se persigue al educar es el auténtico desarrollo humano, social e histórico.
Heurística, dado que es una noción abierta en su estructura y elementos, que pretende ayudar en la búsqueda teórica y práctica para el desarrollo de la educación, mediante la anticipación de algunos de los campos, elementos y exigencias que fundamentarían las búsquedas posteriores.
Noción heurística porque, a diferencia de un “modelo didáctico” o “teoría pedagógica”, su pretensión no es la definición clara, cerrada y operativa de sus términos, contenidos y objetivos, y el establecimiento de métodos y técnicas adecuados para lograr estos objetivos, sino el planteamiento de un nuevo escenario y estructura aproximativa al fenómeno educativo, el planteamiento de los fundamentos de este fenómeno de acuerdo a las exigencias progresivas de humanización y la apertura de nuevos campos y elementos de investigación, reflexión y acción hacia la clarificación de esta noción.Noción heurística porque pretende establecer un planteamiento abarcante y comprensivo de cuyos contenidos precisos es más lo que ignoramos que lo que sabemos, y por ello, constituye no la respuesta sino una nueva clave para el planteamiento de preguntas, no el camino, sino un campo renovado donde trazar múltiples posibles caminos, no el modelo sino un escenario para la búsqueda de nuevos modelos auténticamente educativos.
La propuesta de esta noción heurística pretende entonces contribuir a la emergencia de un “punto de vista superior” que ayude a visualizar desde otra perspectiva los elementos del problema educativo actual aportando un horizonte amplio de búsqueda en el cual ubicar lo valioso de la tradición y el reto permanente del descubrimiento para encontrar fundamentos más sólidos para el cambio profundo que se está exigiendo a nuestra educación actual.

Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...