La sociedad mexicana vio con sorpresa como la juventud,
aparentemente indiferente a la vida política del país desde hacía ya algunas
décadas, despertaba de pronto durante las campañas electorales para la
presidencia en este año 2012.
Esta
sorpresa, esperanzadora para muchos pero también desagradable e incómoda para
muchos otros que vieron con recelo y siguen cuestionando a veces con razones y
argumentos, otras con prejuicios y descalificaciones, al movimiento o para ser
más precisos a la confluencia de movimientos que se autodenominan con el hashtag de tuiter: yosoy132. (http://yosoy132.mx/ )
Surgido
como un movimiento de protesta, que se definió en sus orígenes por su oposición
al candidato del PRI y a la manipulación de los medios de comunicación que
crearon su imagen e influyeron en gran medida en su popularidad y eventual
triunfo en las urnas, este movimiento ha sufrido el desgaste natural de
cualquier protesta colectiva y a pesar de que ha continuado con la bandera de
la protesta y enarbola ahora la causa “contra la imposición” de Enrique Peña
Nieto en una elección que ha sido ya validada por la instancia suprema en
materia electoral en el país, su futuro a mediano plazo es incierto si no se
replantean sus objetivos, metas y estrategias.
En este
proceso de desgaste natural han ido surgiendo intentos de diferenciación o de
vuelta al origen, que se manifiestan en el movimiento #másde131 (https://www.facebook.com/mas131) que
ha seguido su propia trayectoria en la ciudad de México, sobre todo en el
ámbito donde surgió el movimiento, la Universidad Iberoamericana y se ha
constituido recientemente en Puebla en el campus local de dicha universidad. (https://www.facebook.com/pages/M%C3%A1s-de-131-Ibero-Puebla/337913026300976)
Pero en
este momento crítico de la vida nacional, en medio de tantos desafíos y
procesos de ruptura del tejido social, frente a un nuevo período sexenal con el
regreso del PRI al poder a nivel federal y la inevitable recomposición de
fuerzas en la vida política del país resulta indispensable como afirmaba Xabier
Gorostiaga que la sociedad civil, construya procesos para pasar de “la protesta
sin propuesta” propia de la fase geopolítica y geoeconómica de la sociedad
mundial a un movimiento de “propuestas con protesta a veces, pero buscando una
concertación, un pacto, un contrato social con otros actores para lograr un
proceso de mejoría” en nuestros países y en el mundo, colaborando en la
emergencia de la fase geocultural de la humanidad.
Para lograr
la verdadera transformación de México resulta indispensable la participación de
la juventud, que en estas décadas del siglo XXI será la mayoría de la población
nacional y para que esta participación de los jóvenes es imprescindible este
paso de la protesta sin propuesta a la propuesta con y sin protesta.
Resulta por
ello muy bienvenida la iniciativa de un nuevo think tank –think and action tank
- de estudiantes universitarios asociados bajo el nombre de “Un millón de
jóvenes x México” (https://unmillondejovenespormexico.mx/)
que está surgiendo recientemente y convocando a jóvenes de todo el país a
unirse a una causa que resulta muy refrescante y esperanzadora porque se ubica
precisamente en la línea de la propuesta y plantea un proyecto con visión de
largo aliento, cosa que no han logrado perfilar #yosoy132 ni #másde131.
En su
presentación oficial definen su misión como: “Ser una red nacional de
jóvenes con presencia en las 40 principales ciudades de México que mantiene una
interlocución eficaz con
el gobierno para impulsar una agenda a
favor de la juventud mexicana, independiente
de los intereses partidistas, incluyente y plural”.
Su misión se plantea que en el 2030
–algo a celebrar porque trasciende la visión inmediatista y sexenal de muchas
organizaciones políticas y movimientos sociales actuales- aspiran a llegar a
ser: “la red de jóvenes más efectiva en
el planteamiento de soluciones
para influir en la toma de decisiones a
favor de los jóvenes y en pro de una cultura de libertad, equidad, integridad y legalidad”.
Para lograr esta misión y visión, se
plantean una presencia activa en las 40 ciudades más importantes del país enfocando
sus esfuerzos a tres grandes líneas fundamentales de cambio: educación,
seguridad y empleo.
Su estrategia esencial es lograr
influir en los tomadores de decisiones tanto en el ámbito público como en el
privado para poder hacer realidad las propuestas que se construyan en el marco
de “un millón de jóvenes x México”.
De manera que el camino de
influencia que se proponen es el establecimiento de un diálogo fructífero y
propositivo con los poderes legislativo y ejecutivo, la iniciativa privada y
las organizaciones de la sociedad civil, buscando de manera inteligente los
momentos coyunturales más propicios para ir impulsando cada una de sus
iniciativas.
En materia educativa, los puntos
centrales que plantean coinciden con lo que muchas organizaciones, académicos y
líderes sociales han estado planteando con cada vez mayor urgencia en todos los
foros y medios de comunicación. Su propuesta se sintetiza en los siguientes
ejes:
.
1.
Rectoría del estado en la materia: Un Estado incluyente y con capacidad
de liderar la transformación a fondo del sistema educativo.
.
2.
Maestros como educadores profesionales: Profesión reconocida socialmente
y bien remunerada.
.
3.
Escuelas con autonomía: La escuela como centro del sistema.
.
4.
Gasto transparente y eficiente: Impedir la doble negociación, despilfarro
y desviación
La organización se encuentra en la
etapa de formación de sus nodos locales en las 40 ciudades principales elegidas
y estableciendo alianzas con organizaciones de la sociedad civil para
posicionarse, difundirse y sumar participantes.
Estamos en el tiempo de los jóvenes
y como sociedad no podemos, no deberíamos desperdiciar la energía crítica y
creativa que se ha desatado a lo largo y ancho del país a partir de #másde131 y
#yosoy132 que puede convertirse en la verdadera fuerza transformadora de las
estructuras caducas en que todavía se sustenta la vida nacional y contribuir de
manera determinante para construir la sociedad democrática, libre, justa,
pacífica y solidaria a la que aspiramos.
Para lograrlo, resulta indispensable
este paso de la protesta sin propuesta a la propuesta con protesta y también
con diálogo, consenso y contrato social renovado.
En esta línea, el surgimiento de “Un
millón de jóvenes x México” resulta una excelente noticia y merece que le demos
la bienvenida. Porque como apuntan los jóvenes que impulsan esta iniciativa,
los jóvenes son el futuro de México, pero ese futuro debe empezar a construirse
hoy.
*Publicado en Lado B el 19 de septiembre de 2012.