domingo, 20 de octubre de 2013

LA FUERZA INVENCIBLE DE LO PEQUEÑO*




“El aleteo de una mariposa en mi jardín puede
producir una tempestad en el Pentágono. Es decir, todo
es interdependiente. A veces, el eslabón aparentemente
más insignificante es el responsable de la irrupción de
lo nuevo.”
Leonardo Boff.

            La fuerza de la terrible realidad de la guerra, de la invasión y destrucción del débil por el poderoso, presente en toda la historia de la humanidad, puede ser desmoralizante y llevarnos a la desesperanza, a la desmovilización, a la impotencia ante unos hechos de los que nacen  preguntas como: ¿Qué puede hacer una serie de movilizaciones de la sociedad civil protestando contra la guerra y otras formas de violencia? ¿Hasta dónde es inútil manifestarse ante un poder avasallante, totalmente ciego y sordo ante los reclamos de las mayorías que protestan?
            Es difícil sin duda, tratar de responder estas preguntas ante el terror de las bombas, de las muertes o mutilaciones de personas inocentes cuyos rostros conocemos todos los días a través de la prensa o la televisión. Sin embargo, a pesar de todas estas evidencias en contra, es preciso continuar en la búsqueda de una transformación de la cultura de la muerte y la imposición a la cultura de la vida y de la participación, del mundo de la injusticia y el poder al mundo de la equidad y la fraternidad.
            Para ello, resulta iluminadora la reflexión de Leonardo Boff, acerca de las dos condiciones para hacer posible la paz: por un lado, la aceptación de la polaridad amor-odio, opresión-liberación, caos-cosmos, que constituye la condición humana; por otra parte, la lucha comprometida por fortalecer el lado luminoso de esta contradicción haciendo que se limite e integre el polo tenebroso.
            Este es el camino que, dice el mismo Boff,  parece haber sido abierto por la sociedad civil mundial que se ha unido en la protesta sim-bólica (lo que une), que denuncia el proceso dia-bólico (lo que desune) de las diversas formas de violencia y exclusión que caracterizan esta era de hierro planetaria (Morin). La conciencia humana que se empieza a manifestar en este mundo de las redes sociales a favor de lo luminoso de la humanidad y se avergüenza con lo tenebroso del odio y la muerte que adquiere formas cada vez más sofisticadas que nos muestran la irracionalidad y la irresponsabilidad de un sector poderoso de la humanidad guiado fundamentalmente por la ambición y los intereses de grupo.
            Es el camino de la solidaridad activa planetaria que, aún incipiente empieza a expresarse, como un símbolo más, como un esfuerz que persigue aportar elementos para organizar la esperanza y darle cauces a la búsqueda de un mundo más humano y más justo. Un camino humilde pero confiado en este “efecto mariposa” que constata la profunda e indisoluble interconexión de todos los procesos del universo y de la historia humana y que cree en que “a veces, el eslabón aparentemente más insignificante es el responsable de la irrupción de lo nuevo”.  Sumemos pues, el sencillo pero significativo y profundo eslabón de nuestro esfuerzo y testimonio cotidiano, a la cadena de pequeños eslabones que pueden ir haciendo que surja este nuevo mundo posible en el que venga, de lo pequeño, la fuerza secreta de la paz.

*Adaptación de un texto publicado como editorial en la Revista Letras de Obsidiana, de corta vida en la Ibero Puebla.

Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...