lunes, 26 de noviembre de 2012

"¿PARA QUE OS ESPANTAIS DE LA CULPA QUE TENEIS?" EDUCACION EN LA CRISIS, EDUCACION EN CRISIS.




"...Parecer quiere el denuedo
de vuestro proceder loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo..."

INTRODUCCIÓN

Donde se describe de manera breve la íntima relación entre sociedad y educación y se sostiene que una sociedad en crisis genera y/o es resultado de una educación en crisis (Sin asegurar cuál es la causa y cuál efecto de acuerdo a la vieja pregunta filosófica por el huevo y la gallina).
Resulta prácticamente obvio afirmar que existe una vinculación estrecha e irrenunciable entre sociedad y educación. Resulta también inútil o al menos impertinente para fines de esta ponencia, el análisis y el consiguiente pronunciamiento por cuál de estos dos elementos es resultado y cuál otro es causa.
¿Qué fue primero el huevo (la educación) o la gallina (sociedad)? es una pregunta que se vienen haciendo muchos autores y que se responden de muy diversas maneras: Bordieu y Passeron 1981) y los enfoques marxistas se inclinan más bien por pensar que la educación es producto de un sistema de producción y de un tipo de sociedad y que por lo tanto, tiene fines de reproducción del statu quo. Más recientemente Luhman (1991) sostiene que por ser un subsistema del gran sistema social, la educación es incapaz de pretender la transformación social.
Sin embargo Dewey , A.S. Neill y el proyecto Summerhill, Rogers y el enfoque centrado en el estudiante, en Latinoamérica Freire y la educación liberadora y muchos de sus seguidores (Palacios, 1984), hasta llegar a autores contemporáneos como Rugarcía (1994), sostienen y hacen una apuesta por el potencial de transformación social de la educación.
Lo que resulta evidente de este debate interminable es la íntima y dialéctica relación entre sociedad y educación. Es innegable la influencia que tiene la organización social en las características del sistema educativo, las condiciones de trabajo, los valores que se persiguen, la definición de los curricula, el perfil de los profesores, la mentalidad de los alumnos, etc. Pero también es palpable la influencia de la educación sobre los sujetos -maestros y alumnos- involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje y las posibilidades de las instituciones universitarias, a través de sus egresados y mediante las funciones sustantivas de investigación y difusión, para influir de manera gradual en la transformación de la sociedad.
De manera que cuando se habla de crisis y educación, ha de hablarse necesariamente de crisis en la educación, pues resulta imposible que en una sociedad en crisis no se encuentre el sistema educativo en las mismas circunstancias.
¿Cuál es el perfil de la crisis que está atravesando la sociedad mexicana de finales del siglo xx? ¿Cuáles son los rasgos de la crisis educativa que vivimos en el país? ¿Cómo entenderla, enfrentarla y superarla?

"...Belleza llego a tener
de mano tan generosa
que dices que seré hermosa
solamente con querer..."
(Carta en la que responde la sociedad a los discursos
de sus gobernantes)

Atendiendo a la etimología de la palabra crisis, podemos empezar a clarificar lo que significa, así como su posible y permanente enfrentamiento. Crisis, según el diccionario (Anaya, 1981) viene del griego Krisis, decisión, y de Krinós, decidir, juzgar.
De esta definición se desprenden al menos dos conclusiones:
1a. (la falsa): Que, probablemente tengan razón nuestras autoridades cuando dicen que ya estamos casi en el primer mundo, y que lo que nos falta para ser "bellos" es solamente querer, tomar la decisión.
2a. (la buena): Que si entendemos crisis como decidir y juzgar la historia misma es una crisis permanente y siempre estaremos en crisis, es decir en momentos de juicio y decisión para los que la sociedad debe estar preparada, aunque es evidente que nos encontramos hoy como país en un momento clave de análisis profundo, de necesidad de juicio certero y de grandes y radicales decisiones, si es que queremos aspirar a un México más justo, más democrático y más libre.

"...Éste que ves, engaño colorido,
que del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido..."

I.-Procura desmentir los elogios a un modelo inviable de desarrollo y da moral censura al espejismo tecnocrático de la "modernización" en que estamos empeñados "todos los mexicanos".
Por la sola experiencia de ser mexicanos sobrevivientes del 95, podemos afirmar que la crisis en que vivimos es mucho más compleja que una crisis económica o, para precisar tecnocráticamente, de "déficit en la cuenta corriente".
La crisis en que vivimos, es en el fondo -y lo ha reconocido hasta el Fondo-, una manifestación de síntomas más complejos que revelan la decadencia de todo un modelo económico y, aunado a éste, de toda una época. De manera que la crisis mexicana es una crisis de civilización. Más allá, es una crisis de cultura porque implica todo un cambio en lo político, en las formas de organización y de pensamiento, en los modelos de vida y en las aspiraciones de desarrollo del mundo moderno.
Nos encontramos, dice Gorostiaga (1995), no en "una época de cambios sino en un cambio de época", y este cambio de época, la decadencia de toda una era y el lento y doloroso nacimiento de otra, es precisamente lo que nosotros percibimos como la enésima crisis, como la eterna crisis de nuestra era posrevolucionaria.
Veamos algunos rasgos de esta crisis y analicemos sus exigencias implícitas .
1. Sociedad masificada
El crecimiento acelerado de 1a población del tercer mundo, producto de la pobreza y el bajo nivel cultural sobre todo de las mujeres, con la consecuente emigración y crecimiento poblacional de los países del norte (U.S.A. con los latinoamericanos, Europa con el mundo árabe), ha generado un proceso de masificación constante en algunas de las metrópolis más atractivas en oportunidades y por lo tanto un modelo mundial de concentración-dispersión del territorio.
Estas sociedades masificadas llevan consigo muchas veces el implícito e inevitable círculo vicioso de explotación, falta de oportunidades, empobrecimiento, violencia. Pero también acarrean un fenómeno de agrupación de minorías, de cierta conciencia y solidaridad de grupo, de una exigencia creciente de identidad y reconocimiento ante la cosificación de la persona que implica la vida en sociedades de este tipo.
2. Sociedad desigual
Estamos viviendo en la "civilización de la copa de champagne" (Gorostiaga, 1995, ver Magistralis No.8, pág. 27), en la que el 20% de la población más rica recibe el 82.7% de los ingresos totales del mundo mientras que el 20% más pobre recibe el 1.4% de los ingresos. Esta tendencia tiende a agravarse y en México, con los "famosos 24 multimillonarios en dólares de Forbes", la proporción de distancia entre los que más tienen y los que menos poseen también es creciente.
La exigencia de justicia, de mayor igualdad o cuando menos, la lucha por disminuir un poco el abismo entre ricos y pobres en la sociedad mundial, tanto entre personas como entre países, es un clamor que se empieza a escuchar cada vez con más fuerza.
3. Sociedad de y para el consumo
El sistema de mercado global, el llamado Neoliberalismo, ha incrementado salvajemente la creación de necesidades y aspiraciones de consumo entre la población mundial. Si se analiza el porcentaje en el que sigue creciendo la población que cuenta con televisores en su casa, se puede observar que la mayoría de la población, incluyendo los que tienen un ínfimo poder adquisitivo, están siendo invadidos y transformados por esta cultura del consumo con el consiguiente aumento del espacio de frustración social.
El círculo vicioso de trabajar para comprar más y comprar más para tener que trabajar más, se ha vuelto el absurdo sentido de la existencia de muchísimas personas para las que el tener es la razón de ser de sus esfuerzos y la ocupación que absorbe su tiempo.
La creciente demanda de productos, la aspiración general a un nivel de desarrollo cuyo mayor parámetro es el estándar de consumo, está costando diariamente al mundo la generación de enormes cantidades de contaminantes en todas sus formas y estados, así como la depredación que acaba con los recursos no renovables de todo el planeta. La exigencia de conservación del mundo en que vivimos es una aspiración creciente, signo aún naciente de la nueva era por venir que supone, necesariamente, la transformación radical del modelo de desarrollo imperante que, se sabe perfectamente, no es sustentable para el mundo entero.
4. Sociedad autoritaria
A pesar de la cada vez mayor demanda de democracia y del surgimiento de la sociedad civil organizada en el escenario político, vivimos aún en una sociedad autoritaria, no solamente a nivel gubernamental sino en todos los ámbitos, desde la familia hasta la , iglesia, desde el sindicato hasta la escuela.
Es evidente la necesidad de una mejor cultura democrática ante las exigencias de participación y la imposibilidad de resolver los complejísimos problemas sociales desde las cúpulas.
5. Sociedad globalizada
Es ya una realidad irreversible la globalización que, incluidos los mercados, está invadiendo todos los terrenos de nuestra cultura nacional. Con la globalización tiende a llegar la imitación de modelos culturales ajenos y la estandarización de modos de vestir, comer, consumir, divertirse, crear, etcétera.
Esta globalización, inevitable, está generando una exigencia interna de identificación cultural de los grupos regionales indígenas o urbanos, necesidad de identidad que llega a veces a la cerrazón ya la negación de esta realidad de la "aldea global" que ha alcanzado a nuestro mundo. Sin embargo existe esta necesidad de entrar al proceso de globalización pero desde la base, desde la organización y la definición de las necesidades y aspiraciones propias que enriquezcan a cada cultura en diálogo con las demás.
6. Sociedad plural
Este fenómeno de globalización trae consigo la evidencia de la diversidad entre los distintos grupos sociales. Diversidad en lo cultural, en lo político, en lo jurídico, en lo religioso e incluso en lo sexual, que está por un lado abriendo espacios de manifestación a minorías antes rechazadas, pero con las consiguientes resistencias de los grupos tradicionales.
La exigencia creciente de tolerancia es un elemento fundamental de la nueva época que está naciendo hoy.
7. Sociedad sin opción de futuro
Tal parece que, ante el aparente fracaso de las grandes utopías de transformación social, ante la recurrencia de las crisis económicas, la creciente inseguridad pública, la persistente imposibilidad de la transición democrática, la sociedad actual es una sociedad que no ve la salida, que tiene muy poco claro el panorama y que parece no tener una opción de futuro razonablemente convincente como para comprometer a ;a mayoría. Sin embargo, este rasgo muy marcado está continuamente contrastándose con el surgimiento de grupos, organizaciones, creaciones, movimientos y aun protestas que parecen indicar que bajo la ausencia de opciones de futuro existe una inquebrantable vocación de futuro de los mexicanos.
"...Es una necia diligencia errada
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada..."
(La décima musa, cual miembro del CENEVAL, haciendo un diagnóstico
de nuestra educación)

II. En que describe la catástrofe de las dichas y aun deseos de los educadores.
El primer análisis posible en este apanado sería el de los efectos que esta sociedad en crisis "malosa" está teniendo sobre nuestra noble, inteligente y bien intencionada educación. Sin embargo, el autor de estas líneas coincide con Gorostiaga (op. cit.) en que la educación parece estar anclada aún al pasado y parece que hoy sigue siendo parte del problema y no parte de la solución; y con RugarcÍa ( 1993) en que la educación está como muerta bajo el polvo acumulado por los siglos, y ante estas coincidencias, parafraseando a Sor Juana sentencia:
"...profes necios que acusáis
a la crisis sin razón
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis..."
Porque en efecto, una sociedad en crisis genera o contribuye a una educación en crisis, pero: qué tanto una educación en crisis puede ocasionar la crisis de una sociedad? , ¿hasta qué punto la educación es responsable de la crisis que parece haberse casado con nuestro país?
Es necesario señalar algunos rasgos de esta educación en crisis, algunos rasgos que parecen confirmar que la educación es, por lo menos, corresponsable de la crisis que vivimos.
1. Educación centrada en el conocimiento
"No es saber, saber hacer
discursos sutiles, vanos;
que el saber consiste sólo
en elegir lo más sano..."
"La educación ha muerto, la mataron los Propios educadores", diría Nietzche hoy, si observara el ritual en el que se han convertido la mayoría de los días que transcurren en las aulas de todo el país.
La educación ha sucumbido ante el "Culto al conocimiento" fáctico, mecánico, memorístico, ese que sirve solamente para hacer discursos vanos. La educación se haya encerrada en la memorización o, en el mejor de los casos, en la comprensión de conceptos que no son significativos para los alumnos. La educación se ha olvidado de enseñar el saber auténtico (el que viene de sapere=saborear) , el que sirve para "elegir lo más sano", el que ayuda a vivir mejor ya colaborar a la construcción de una sociedad en la que todos vivamos mejor.
2. Educación centrada en el conocimiento unidisciplinario superespecializado
"La sociedad tiene problemas, la universidad ofrece departamentos o facultades", dice Ursúa (1995), adhiriéndose a la postura de Kolvenbach (1990), quien afirma que "no existe problema en el inundo moderno que pueda ser abordado desde una sola disciplina".
La reminiscencia gremial del medievo originante de nuestras universidades y la exigencia de superespecialización del mercadode las grandes empresas, han generado que nuestra educación siga respondiendo unidisciplinariamente a problemas cada vez más complejos y necesitados de visiones amplias. El desarrollo sustentable, los derechos humanos, el tema de la democracia, entre otros, son problemas que están exigiendo visiones interdisciplinarias y, sin embargo, nuestras universidades continúan formando personas que aspiran a la especialización y son incapaces -tanto en habilidades como en actitudes- de integrarse e interactuar con equipos de otras disciplinas para la resolución de problemas complejos.
3. Educación centrada en los medios
"Dime cuánto tienes y te diré qué tan buena universidad eres."
En el mundo del mercado y la competencia, las universidades han sucumbido a la tentación de la adquisición indiscriminada -en la medida de sus recursos- de medios: equipos, máquinas, computadoras, libros, redes, más libros, 'etc. SQn el parámetro de comparación e incluso de evaluación de las universidades hoy en día.
Es innegable la importancia que tienen los recursos para un buen desempeño de la tarea académica. Pero es indudable también que esa importancia es secundaria en relación a las personas que la integran. ¿Cuánto se invierte en mejorar la calidad académica y la calidad de vida de las personas que trabajan en la universidad en relación a lo que se invierte en equipos y máquinas?
Es necesario, es urgente volver la vista al hombre
4. Educación centrada en las necesidades del mercado
"...Si culpas mi desacato
culpa también tu licencia,
pues si es mala mi Qbediencia
no fue justo tu mandato..."
(La arrepentida universidad respondiendo al reclamo. de la empresa)

            Si bien la universidad no debe estar aislada de su contexto y debe vincularse con todos los sectores de la sociedad, entre ellos el sector productivo, tal parece que el "gran cambio" que se les exige hoya nuestras instituciones de educación superior es el "matrimonio" con la empresa.
            Existen universidades privadas que han nacido con esta vocación de productoras de cuadros para las empresas, existen hoy universidades públicas que están apuntando hacia ese modelo. Sin embargo, nuestras empresas no son modelo de eficiencia, calidad, honestidad y progreso, a pesar de que están llenas de egresados de estas universidades. ¿Cuál es la falla? Parece ser que el error fundamental es que la universidad no se vincule sino que se subordine a las exigencias del mercado y haga "trajes a la medida" de las necesidades de profesionales de la sociedad tal como está. Una universidad que cae en este engaño renuncia a su capacidad crítica, reflexiva, incluso profética, y se convierte en simple "maquiladora" de profesionales exitosos para sociedades desiguales, desintegradas y en crisis permanente.
            La universidad no puede renunciar a su compromiso de ver más allá de lo inmediato ya formar a los profesionales que generen la transformación social, y no a los que contribuyan a ahondar una crisis que sigue siendo conveniente para algunas minorías privilegiadas.
            5. Educación centrada en la práctica
            Esta creciente demanda del mercado laboral, aunada a la necesidad de muchos alumnos de generar un ingreso que apoye sus estudios y el sostenimiento de su hogar, ha ido generando cada vez más la exigencia de "práctica profesional" en empresas o despachos, de parte de los alumnos y de los egresados que se quejan de que al salir "no saben nada" ("nada" quiere decir que no saben operar el último equipo o el más novedoso paquete de software, o que no saben las "mañas ocultas" para evadir al fisco, manipular al obrero o "transar" al cliente).
            Si la universidad sucumbe a esta exigencia insaciable, tal parece que lo conveniente sería que desapareciera para que los profesionales se formaran en la empresa. Sin embargo, no hay algo que la universidad aporta específicamente a sus alumnos?
            La universidad tiene la tarea de dar al alumno una visión profunda de su quehacer y de la relevancia social de este quehacer, un espacio destinado al desarrollo de sus habilidades para pensar creativa y críticamente, para resolver problemas, un espacio para la reflexión y clarificación de valores y actitudes implícitos en el ejercicio profesional, un espacio para aprender a ser de talo cual modo y no simplemente para capacitarse en la técnico.
            6. Educación centrada en si misma
"Hoy, que doctoral insignia
tu dichosa frente ciñe,
y que de la amarga siembra
gustosos frutos percibes:
goza el laurel, goza el premio,
que tu fama te apercibe;
puro blasón que te adorne
cándido honor que te anime..."
(Oda del CONACYT y el SNI a sus élites académicas)
            Vivimos finalmente una educación centrada en sí misma, una educación que se regodea gozosa en sus altos y profundos logros en investigaciones y publicaciones que nadie, salvo los especialistas o los que premian, entiende.
            Vivimos en una educación que rinde culto a los grados académicos sin importar su pertinencia o compromiso social, vivimos en una educación que vive por y para el conocimiento. Vivimos en una educación que ha olvidado preguntarse por sus finalidades profundas. Vivimos en una educación que ha olvidado al hombre y a la sociedad de tan ocupada que anda en sus proyectos.
"...Gózate, excepción del tiempo;
y porque el mundo te admire
vive tanto como sabes,
goza tanto como vives..."
            III. En donde pinta someramente la que requeriría una universidad para la nueva época y da el parabién a quienes intenten este camino.
            La educación para la nueva época tiene que ser una educación totalmente distinta a esta educación en crisis que hoy padecemos. La educación para la nueva época es una educación desde la crisis, es decir, desde el juicio crítico y propositivo del horizonte del México de 1996 y desde la decisión profunda y comprometida por la construcción del país que nuestra sociedad está reclamando cada vez con mayor fuerza.
            La educación desde la crisis debe juzgar esta época y ser capaz de responder a sus nacientes manifestaciones y exigencias con pertinencia y espíritu de colaboración.
            La educación para la transición debe tomar consciencia del momento histórico en que vive y debe, necesariamente, hacer opciones para responder desde sus funciones sustantivas a los desafíos de la nueva sociedad emergente.
            Describamos someramente los rasgos de esta educación desde la crisis:
            -La educación para la nueva época deber ser una educación centrada en el hombre y en la sociedad y no en el conocimiento.
            -La educación para la nueva época debe ser una educación que ante la masificación y la exigencia de identidad y reconocimiento, responda al desafío fundamental de integración que está empezando a emerger .
            -La educación para la nueva época debe ser profundamente sensible a la exigencia de justicia que nace de la sociedad de la "copa de champagne" y asumir el desafío de la formación, investigación y difusión de una cultura de la productividad para la distribución equitativa de la riqueza.
         -La educación desde la crisis debe responder a la sociedad de consumo con la búsqueda, desde sus funciones sustantivas, de un modelo de desarrollo sustentable, cuyo requisito fundamental sea el respeto y la conservación del medio ambiente y cuya finalidad central sea la calidad de vida de todos los mexicanos.
            -La educación desde la crisis debe trabajar en todas sus instancias el desafío de la democracia y participación, que es una exigencia creciente para la superación de la cultura autoritaria persistente.
            -La educación para la nueva era debe asumir la globalización reflexionándola desde la identidad o identidades culturales regionales y nacionales. (identidad cultural frente a la globalización).
         -La educación para la nueva época debe enfrentar esta pluralidad creciente de la sociedad asumiendo el desafío de una cultura de diálogo basada en la tolerancia y el respeto irrestricto al otro.
            -La educación para la nueva época debe ser, ante la falta de una visión de futuro, la educación de la esperanza razonable basada en una búsqueda inteligente de alternativas al paradigma socio-económico, político y cultural vigente.
             -La educación para la nueva época inicia necesariamente por una convicción profunda que lleve a la reinvención de las instituciones a partir de la transformación intelectual y ética de los académicos.
            Es éste un proceso participativo y comprometido que exige el convencimiento mediante el testimonio y la capacidad de escucha con base en el respeto a todas las posturas. Es este un proceso urgente si queremos aspirar a un mejor país en el umbral del siglo XXI.
            Todo este planteamiento suena a utopía o quizá hasta a "visión milenarista", pero existen evidencias en nuestra sociedad que parecen avalar sus intuiciones y todo un proceso de reflexión, trabajo y aprendizaje en marcha en la UIA golfo centro a partir de lo que inició como una "revolución docente" y está marchando ahora hacia la "reinvención de la universidad" desde los desafíos ya señalados. Suena a utopía pero, quizá, es la generación de utopías en este horizonte. sin utopías una tarea fundamental como universitarios, una tarea que le debemos a nuestra sociedad. Suena a utopía pero:
"...Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas..."

            REFERENCIAS


Anaya ed. (1981). Diccionario Anaya de la lengua española. Ed. Autor. México.
Bordieu, Pierre y Jean Claude Passeron. (1981). La Reproducción. Ed. LAIA. Barcelona.
Cruz, Sor Juana Inés de la. (1979). Florilegio. Selección y prólogo de Elías Trabulse. Ed. Promexa. México.
Freire, Paulo. (1990). Pedagogía del oprimido. Ed. siglo XXI. México.
Gorostiaga, Xabier. (1995). "La universidad preparando el siglo XXI". En Magistralis No.8. UIA golfo centro. Puebla. Otoño.
Kolvenbach, Peter Hans. (1990). "Educación y valores". En Cuadernos del sistema UIA. Ed. UIA Santa Fe. México.
Luhman, Niklas. (1991). Sistemas sociales. Ed. Alianza-UIA. México.
Palacios, Jesús. (1984). La cuestión escolar. Ed. LAJA. Barcelona.
Rugarcía, Armando. (1993) "El culto al conocimiento y la crisis en el quehacer universitario". En VIVAC No.21. Primavera. UIA Santa Fe. México.
Rugarcía, Armando. (1994). Hacia el mejoramiento de la educación universitaria. UIA golfo centro. Puebla.
UIA Golfo Centro. (1995). "Líneas prioritarias." En Cuadernos de planeación No.3. Ed. autor. Puebla.
UIA Golfo Centro. (1996). "Documento de resultados de la planeación prospectiva". Ed. autor. Puebla.
Ursúa, Nicanor. (1996). "Conferencia dictada en la UIA Golfo centro."

Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...