lunes, 27 de mayo de 2013

Sucede que me canso…



                                                        
  “Sucede que me canso de ser hombre".
   Pablo Neruda

            Sucede que me canso de esta vida paradójica que me sigue presentando espinas. Sucede que me canso de tener que seguir caminando aunque las piernas no me sostengan, caminando aunque no vea el camino, caminando aunque no pueda decir que yo decido hacia donde quiero dirigirme.
            Sucede que me canso del dolor callado, sordo, siempre acechante, permanentemente clavado en el corazón que tiene que seguir viviendo, seguir latiendo, seguir gozando. Sucede que me canso de ser hombre, porque “Los hombres no lloran”, no lloramos, aunque nos estemos desbaratando por dentro.
            Sucede que me canso de todo y de todos. Porque de pronto todo es oscuro y de repente todos son indiferentes, incapaces de comprender lo que siento, lo que sufro, lo que lloro por dentro. Porque de pronto todos se cansan de estar presentes, de hacer presencia, de ser conmigo en el túnel de lo incomprensible.
            Sucede que me canso de explicar lo inexplicable a tanta gente que me oye pero no me escucha, que me escucha pero no comprende, que comprende pero no recuerda, que recuerda pero interpreta a su manera, que me pregunta sin querer oír.
            Sucede que me canso de estar cansado, que me canso de este cansancio que parece de siglos pero en perspectiva de siglos es apenas un instante.
            Sucede que me canso de sentir hasta volverme insensible, de ser insensible hasta no poder dejar de sentir. Me canso de que duela el corazón, “que es lo único que duele y cuando no duele, uno espera a que vuelva a doler”(Ian Satunovsky).
            Sucede que me canso de rebelarme contra este destino que no existe, de negar esta realidad que es lo único que realmente existe, de pretender que es un sueño esta existencia que me despierta incesante recordándome que la batalla continúa y que hay que entrar otra vez en escena.
            Sucede que me canso de pasar de la rebeldía a la súplica, de la súplica al reto, del reto a la negación y el enojo, del enojo a la esperanza profunda y de ahí nuevamente a la rebeldía, la súplica, el reto, la negación, el enojo…la esperanza…¿será que morirá, aunque sea al último?
            Sucede que me canso de ser hombre y sin embargo sigo disfrutando el privilegio de ser hombre y caminando alrededor de la vida, tratando de que sus golpes y etiquetas no me determinen, no nos determinen, para poder decir que sigo siendo yo y mi circunstancia, yo en mi circunstancia, pero jamás reducirme a aceptar que soy mi circunstancia…
            Sucede que me canso…pero entonces…miro una sonrisa, unas sonrisas, escucho unas miradas luminosas, degusto su presencia, sus presencias y miro sus voces que me dicen: “Vale la pena…vamos a dar juntos el siguiente paso”.  

Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...