“Sucede que me canso de ser hombre".
Pablo Neruda
Sucede que me canso de
esta vida paradójica que me sigue presentando espinas. Sucede que me canso de
tener que seguir caminando aunque las piernas no me sostengan, caminando aunque
no vea el camino, caminando aunque no pueda decir que yo decido hacia donde
quiero dirigirme.
Sucede que me canso del
dolor callado, sordo, siempre acechante, permanentemente clavado en el corazón
que tiene que seguir viviendo, seguir latiendo, seguir gozando. Sucede que me
canso de ser hombre, porque “Los hombres no lloran”, no lloramos, aunque nos
estemos desbaratando por dentro.
Sucede que me canso de
todo y de todos. Porque de pronto todo es oscuro y de repente todos son
indiferentes, incapaces de comprender lo que siento, lo que sufro, lo que lloro
por dentro. Porque de pronto todos se cansan de estar presentes, de hacer
presencia, de ser conmigo en el túnel de lo incomprensible.
Sucede que me canso de
explicar lo inexplicable a tanta gente que me oye pero no me escucha, que me
escucha pero no comprende, que comprende pero no recuerda, que recuerda pero
interpreta a su manera, que me pregunta sin querer oír.
Sucede que me canso de
estar cansado, que me canso de este cansancio que parece de siglos pero en
perspectiva de siglos es apenas un instante.
Sucede que me canso de
sentir hasta volverme insensible, de ser insensible hasta no poder dejar de
sentir. Me canso de que duela el corazón, “que es lo único que duele y cuando
no duele, uno espera a que vuelva a doler”(Ian Satunovsky).
Sucede que me canso de
rebelarme contra este destino que no existe, de negar esta realidad que es lo
único que realmente existe, de pretender que es un sueño esta existencia que me
despierta incesante recordándome que la batalla continúa y que hay que entrar
otra vez en escena.
Sucede que me canso de
pasar de la rebeldía a la súplica, de la súplica al reto, del reto a la
negación y el enojo, del enojo a la esperanza profunda y de ahí nuevamente a la
rebeldía, la súplica, el reto, la negación, el enojo…la esperanza…¿será que
morirá, aunque sea al último?
Sucede que me canso de
ser hombre y sin embargo sigo disfrutando el privilegio de ser hombre y
caminando alrededor de la vida, tratando de que sus golpes y etiquetas no me
determinen, no nos determinen, para poder decir que sigo siendo yo y mi
circunstancia, yo en mi circunstancia, pero jamás reducirme a aceptar que soy
mi circunstancia…
Sucede que me
canso…pero entonces…miro una sonrisa, unas sonrisas, escucho unas miradas
luminosas, degusto su presencia, sus presencias y miro sus voces que me dicen:
“Vale la pena…vamos a dar juntos el siguiente paso”.
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