domingo, 12 de abril de 2015

COSMÓPOLIS: DEL SENTIDO COMÚN A UN SENTIDO EN COMÚN Retos Educativos en un Cambio de Época[1]





This one fact the world hates:
that the soul becomes.”
(El mundo odia este solo hecho:
que el espíritu llega a ser)

Ralph Waldo Emerson*



The Babel of our day is the cumulative
product of a series of refusals to
understand...”
(La Babel de nuestros días es el producto
acumulativo de algunas series de rechazos
al acto de comprender).
Bernard Lonergan (Insight, p. 267)

INTRODUCCIÓN: COSMÓPOLIS COMO UNA X.

            ¿Por qué Cosmópolis en un mundo sin utopías? ¿Por qué Cosmópolis en La Babel de nuestros días? ¿Qué es esto? ¿Otro discurso al inicio de un nuevo milenio? ¿Otra teoría mesiánica? ¿Una nueva religión o secta? ¿Es  cosmópolis la solución mágica o la receta contra la confusión del mundo?

Still, what is Cosmopolis? Like every
other object of human intelligence,
it is, in the first instance,  an x…”
(Pero, ¿Qué es Cosmópolis? Como
cualquier otro objeto de la inteligencia
humana, es, en primera instancia, una x...”)
(Insight, p. 263)

            No hay duda de que el inicio del tercer milenio es un tiempo de crisis en todos los campos de la vida humana. Crisis económica, caracterizada principalmente por un constante aumento en la diferencia entre individuos y países ricos y  pobres, crisis política, manifestada en múltiples conflictos y fragmentación social, crisis cultural, presente en una forma de confusión moral y religiosa, el relativismo, el subjetivismo...  “La Babel de nuestros días...”

            Época de cambios dicen la mayoría de los analistas y los políticos, “cambio de época”  dice Gorostiaga (1995) acerca de esta crisis. Cualquiera que sea el caso, el hecho es que la humanidad está en una etapa de transición y por lo tanto, en busca de nuevos significados, para darle nuevo sentido a la propia vida y a la historia humana.  La crisis de esta era es una crisis de sentido, una crisis de lo que realmente importa, de lo verdadero, de lo que es realmente bueno para la existencia.  Esta crisis es el resultado de “una acumulación... de series de rechazos de la comprensión”  como Lonergan afirmó, y,  una acumulación de series de negaciones a escoger lo que es bueno para todos, de acuerdo con las exigencias intrínsecas de la actividad consciente intencional humana.  El Padre Arrupe[2] estaba en lo cierto cuando dijo: “Hoy, es evidente que los hombres podrían hacer que este mundo fuera más justo, pero no quieren”.

            ¿Cómo puede el mundo revertir ese “ciclo amplio de decadencia?” (Lonergan, 1992). En este trabajo se explorará la noción de Cosmópolis, a partir del significado heurístico de la “x” mencionada en la página anterior. La finalidad es mostrar que Cosmópolis, esa “x”, no es un lugar, un tiempo, un modelo o receta, o un final; Cosmópolis es una búsqueda permanente de la inteligencia humana y libertad responsable que puede llevar al mundo a salir  del “ciclo amplio de decadencia” en que se encuentra, caminando progresivamente del sentido común al auténtico desarrollo de un “sentido en común” para reorientar a nuestro mundo  hacia la justicia y la paz.

            Esta búsqueda implica una serie de retos para la educación.  La Educación es una de las herramientas más importantes para que Cosmópolis llegue a ser una realidad, los maestros pueden jugar un rol muy importante si orientan su trabajo hacia la auto-apropiación de sus estudiantes para la construcción de la comunidad y la transformación social, basados en las exigencias de un “irrestricto deseo de conocer y elegir bien” (Doorley, 1996.)  Estos retos sólo podrán lograrse si la mente y el corazón de los maestros experimentan una verdadera transformación  a través de la autenticidad. ( Stenhouse, en Rugarcía, 1996)

  1. DESDE EL SENTIDO COMÚN: COMPLEJIDAD HUMANA.

“Not man but men inhabit this planet.
Plurality is the law of the Earth.”
(No el hombre, sino los hombres
habitan este planeta. La pluralidad
es la ley de la tierra”)
Hannah Arendt. **

            La pluralidad, esta “ley de la Tierra” que menciona Arendt, es la base de la riqueza de la historia humana, pero también, de su complejidad.  Es dentro de esta pluralidad que cada sujeto humano tiene que construir su propia vida; el producto de esta pluralidad es el progreso social o su decadencia.  Estos procesos acontecen en un marco de pluralidad de seres humanos y como resultante de una serie impredecible de dialécticas personales, de grupos y de sociedades.  Tal construcción puede ser pensada  como una búsqueda permanente, acumulativa y contradictoria “desde el sentido común y hacia un sentido en común” del desarrollo humano de la inteligencia humana a través de la historia.


            “La pluralidad es la ley de la Tierra”, pero ésta opera a través de la unidad de un  “patrón normativo de operaciones recurrentes y relacionadas que dan lugar a resultados acumulativos y progresivos” (Lonergan, 1994, p.5)  Este conjunto de operaciones de la actividad consciente intencional constituye el método trascendental, el método de la búsqueda humana.  El método trascendental  es la estructura heurística básica y común que permite la concepción de cosmópolis.  El proceso humano  que va del sentido común a un sentido en común guiado por la inteligencia.

            ¿Qué es el sentido común? ¿Qué es lo que la desviación general del “sentido en común” que hace necesaria la Cosmópolis significa? ¿Qué es lo que implica el proceso de búsqueda de unidad en la pluralidad?

1.1. -El Sentido Común y su Sujeto: Una dialéctica interna.

“...one meets intelligence in every walk of life.
There are intelligent farmers and craftsmen…
Intelligent   doctors and lawyers… There is
Intelligence in industry and commerce… There
is intelligence in the home and in friendship… in the
arts and in entertainment…”
(“Uno encuentra inteligencia en cualquier camino de
la vida. Hay granjeros y artesanos inteligentes...doctores
y abogados inteligentes...hay inteligencia en la industria y el comercio...
hay inteligencia en el hogar y en la amistad...en las artes y en el
entretenimiento”)
(Insight, p. 196)”

            De hecho, Lonergan establece  que el sentido común es un tipo de inteligencia, un tipo de inteligencia muy especializado, no menos importante pero diferente de la inteligencia científica y filosófica.  La inteligencia del sentido común se relaciona con conocer lo concreto y lo particular, nunca aspira a la universalidad, no hace uso de un lenguaje técnico, y es una forma práctica de adquirir el conocimiento.

            La meta del sentido común es entender las cosas relacionadas con nuestros sentidos,  mientras  que el conocimiento científico está interesado en la relación que hay entre unas cosas y otras.  En otras palabras, el sentido común hace descripciones y la ciencia hace explicaciones. Sin embargo, Lonergan establece que el conocimiento científico y el sentido común son complementarios en el proceso de la construcción humana y social. 

            Hay un campo subjetivo y otro objetivo del sentido común (Lonergan, 1992; 1993).  Según Lonergan, dentro del campo subjetivo, hay  “cuatro patrones básicos de experiencia”, cuatro “ grupos de relaciones inteligibles que integran secuencias de sensaciones, memorias, imágenes, voliciones, emociones, y movimientos corporales...”(Insight, p.206), cuatro modos principales de operar de la estructura de la  consciencia intencional humana en sus niveles empírico, inteligente, reflexivo y existencial. Cada modo o patrón  enfatiza el despliegue de uno de estos niveles de operaciones en particular –aunque no excluye a los otros- y se define por una búsqueda específica.  Estos patrones básicos de experiencia son: el biológico, el estético, el intelectual y el dramático.

            El patrón biológico   está relacionado básicamente con el primer nivel de conciencia  (nivel empírico) y sus operaciones están   orientadas a la supervivencia, la reproducción y auto-conservación del sujeto humano; la extroversión es la característica más importante de este patrón.  El patrón estético emerge porque no hay nada puramente biológico en  la vida humana, sino más bien una tendencia a la liberación del “gozo de auto-justificación”, del deleite estético espontáneo; este patrón está relacionado con los niveles de la experiencia (empírico) y de la inteligencia.  Por su parte, el patrón intelectual está relacionado con los niveles de inteligencia y razonabilidad y favorece el desarrollo del  “deseo irrestricto y desinteresado de conocer” que se manifiesta en la apertura a la investigación y al cuestionamiento.  Finalmente, el patrón de experiencia dramático esta relacionado con el proceso de construcción de la propia existencia. “La primera obra de arte (del sujeto humano) es su propia vida” afirma Lonergan (Insight, p.210) Este patrón dramático enfatiza el nivel de operaciones de deliberación y decisión a través de la comprensión práctica. (Braio, 1992).

La operación del sujeto bajo las demandas de los patrones mencionados, que funcionan inter-dependientemente, genera una dialéctica interna porque estas demandas son a menudo contradictorias. Desde esta dialéctica el sujeto se desarrolla de manera autónoma o, por el contrario,  se rehúsa definir su propio drama llegando a ser un autómata (drifter), una persona que piensa lo que otras personas piensan, afirma lo que otros afirman, decide y actúa como los demás lo hacen. (Doorley, 1966)

El drama básico, el drama del sujeto es una necesidad existencial, al mismo tiempo motivante y paralizante: la exigencia de construir su propia vida de manera libre y responsable en el mundo plural y contradictorio que le toca vivir.
           
La tensión que provoca esta exigencia de construir la propia existencia, puede suscitar un sesgo, prejuicio o “desviación dramática”, que es una aberración del entendimiento que obstaculiza el desarrollo del sentido común. Para explicarla, Lonergan habla de “escotosis”, represión o inhibición. La desviación dramática consiste básicamente en una función excesiva del censor del inconsciente que bloquea el surgimiento de las imágenes adecuadas que favorecen la emergencia de  intelecciones en el sujeto. Con esto, el sujeto se vuelve progresivamente “ciego” a ciertos elementos de comprensión de la realidad y de su propia existencia dentro de ella que le impiden la construcción verdaderamente libre y responsable de su propio drama.
           
De este modo, el proceso dialéctico interno es el primer problema para avanzar “del sentido común a un sentido en común”.

1.2. - Intersubjetividad y orden social: La dialéctica de la comunidad.

“Common sense is practical... It seeks knowledge,
not for… the pleasure of contemplation, but to use
knowledge in making and doing. Moreover, this
making and doing involve a transformation of man
and his environment.”
(“El sentido común es práctico...busca conocimiento
no para ...el placer de la contemplación, sino para
usar el conocimiento en hacer y construir. Más aún,
este hacer y construir envuelve una transformación
del hombre y de su ambiente”)
 (Insight, p. 232)

            El avance de la inteligencia práctica del sentido común es registrado no meramente en la memoria sino en productos concretos y en instrumentos prácticos. El progreso material es el producto de la realización concreta de ideas prácticas sucesivas que desarrollan el sentido común a través de la historia de diversas culturas o situaciones geográficas. Sin embargo la realización de nuevas ideas prácticas es imposible sin la cooperación humana. El sentido común demanda la división del trabajo, la organización de procesos productivos, un giro económico y sistemas políticos entre otras condiciones. Claramente se van estableciendo ciertos “esquemas de recurrencia” que permiten el funcionamiento del orden social.  Pero no es menos claro que su funcionamiento no es inevitablemente fundado en la búsqueda del bien general. (Insight, p. 235)
            El segundo proceso dialéctico consiste en la posibilidad  del funcionamiento o no de los esquemas de recurrencia que facilitan los modos concretos de cooperación humana. Este es el proceso que ocurre entre la Intersubjetividad espontánea y  la necesidad de un orden social inteligente. Esta es la lucha entre deseos personales o deseos Intersubjetivos espontáneos de grupo y el deseo general de un bien común inteligente, razonable y responsable. La lucha entre “lo humano como construcción común inteligente...esto es, como un legislador y como...un individuo sujeto de sus propias leyes...” (Insight, p. 240). Existen en este aspecto, procesos que obstaculizan el desarrollo del bien de orden general, como el egoísmo individual y la desviación de grupo que bloquean la sucesión de actos de intelección que se orienten al bien común pero que pueden afectar los intereses personales o de un grupo o clase dominante.
            La dialéctica de comunidad coexiste con, pero difiere de la dialéctica del sujeto dramático. Lonergan afirma  la posición dominante de la dialéctica de comunidad, pero plantea que esta posición dominante no es absoluta. En esta dialéctica podemos encontrar “... la desviación individual del egoísmo, la desviación grupal con sus  conflictos de clase y la desviación general que tiene a poner el sentido común contra la ciencia y la filosofía...” (Insight p.244)

             Para lograr un mejor entendimiento de la noción de Cosmópolis es necesario discutir la desviación general. La desviación general es el error que consiste en absolutizar el sentido común considerándolo como el único camino para conocer y transformar la realidad. Esto lleva al proceso social a fracasar al no considerar la importancia  del conocimiento científico y filosófico como caminos generales, mediados y de largo aliento para conocer y mejorar el mundo. La desviación general puede ser también resultado de considerar un campo disciplinar o profesional como el único camino útil para tomar decisiones con relación a la organización social, tal como sucede hoy en el mundo con la visión hegemónica y excluyente de la Economía.
            La combinación de la desviación general y la de grupo es lo que produce la ventaja de un grupo o clase social por encima de la desventaja de otros, y provoca una distorsión del proceso de  intelección,  propuesta,  acción, nueva situación y  nueva intelección, que es propio del progreso, excluyendo algunas ideas fructíferas como resultado de compromisos o componendas de poder, deseos  grupales o intereses particulares.

            1.3. - La Humanidad como Sujeto: La dialéctica de la historia.

 “...The refusal of insight is a fact that accounts
for individual and group egoism, for the psychoneuroses,
and for the ruin of nations and civilizations...”
(“El rechazo del acto de comprensión es un hecho que
cuenta para el egoísmo individual y el egoísmo de grupo,
para la psiconeurosis, y para la ruina de las naciones y
civilizaciones”)
 (insight, p.259)

            El ciclo amplio es producido por la desviación de grupo y la general y la  distorsión del proceso de desarrollo de nuevas intelecciones que pueden  ser aplicados a una situación concreta. Durante largos períodos de tiempo puede haber distorsiones que causen la transmisión de ideas incompletas, prejuicios, pasiones, inteligencia mutilada entre generaciones. Por lo tanto, la situación es progresivamente, menos inteligible  y más absurda. Esto nos lleva a la decadencia de naciones y civilizaciones ya que se va bloqueando la probabilidad de emergencia de puntos de vista superiores  que generen un cambio inteligente, crítico y responsable hacia la humanización de la sociedad.
            Lonergan propone tres elementos para  la reversión del ciclo amplio: primero, la libertad como principio del progreso; segundo, unas ciencias humanas críticas y normativas, y tercero, la cultura como la capacidad de preguntar, de reflexionar y alcanzar nuevas y mejores respuestas. La noción de Cosmópolis de Lonergan, es en parte la integración armónica y progresiva de estos tres elementos  para revertir el ciclo amplio de decadencia social, esto es, la integración de la cultura en su sentido auténtico, con una ciencia humana crítica y normativa en un ejercicio libre que haga posible mantener operando la inteligencia y evitar la “... exaltación de lo práctico, la supremacía del estado, y el culto a la clase...” (Insight, p.263)

            La tercera dialéctica que constituye el marco general de la dialéctica interna del sujeto y de la dialéctica de comunicad es la dialéctica de la historia, en donde la humanidad es el sujeto construyendo su propio drama a través del tiempo. Este drama general puede ser obstaculizado por el ciclo amplio de decadencia producido por la desviación general o dirigido hacia el progreso a través de la construcción de un auténtico bien de orden humano. Esto depende de la prevalencia de la inteligencia y la cooperación humanas, como opuestas a las desviaciones grupal y general.

2. EL CICLO AMPLIO Y LA BABEL DE NUESTROS DÍAS.

“Winning is not everything;
it is the only thing.”
(“Ganar no lo es todo,
es lo único”)
Vince Lombardi***

            “La vida para nosotros ha llegado a ser una interminable sucesión de contiendas”, dice Kohn (1992) en su libro sobre “aprendizaje cooperativo”. Aún, en esta afirmación del autor, “nosotros” envuelve  la cultura de los Estados Unidos, pero puede ser generalizado al mundo actual en la globalización económica y  “la religión de la competitividad”. Un mundo de contiendas tiene que tener ganadores y perdedores y nuestro mundo actual es  uno con mucho más perdedores que ganadores. Rico y pobre, famoso e ignorado, primer y tercer mundo, norte y sur, son algunos nombres que indican la división entre ganadores y perdedores. Pero en un mundo de contienda, no hay lugar para la cooperación humana: nuestro mundo está organizado de tal modo que en sus esquemas de recurrencia, la cooperación no es apoyada.

            La Babel de nuestros días puede ser caracterizada a través e una serie de paradojas:
·      En un mundo información masiva y sistemas informáticos, los seres humanos están aislados.
·      En un mundo de economía y economistas, la pobreza es lo más importante y un problema creciente.
·      En un mundo de desarrollo científico, el medio ambiente y la naturaleza están en un gran riesgo.
·      En un mundo de “progreso”, la decadencia es evidente.
·      En un mundo de “libertad y pluralidad”, la fragmentación está aumentando.
·      En un “mundo futurista”, parece que no hay ningún futuro.
·      En un mundo de expansión del conocimiento, el mundo no tiene veracidad.

            El ciclo amplio no es sólo una idea de Lonergan, pero está presente para nosotros. El final del siglo XX y su crisis están mostrando la validación del pensamiento de Lonergan con relación a la desviación de grupo y la general. El “rechazo a la intelección” parece estar presente en nuestra cultura donde estamos viviendo la “exaltación de lo pragmático y el culto a la clase”; el “reino de la economía” se ha transformado en una desviación general por el descuido reiterado del significado y el valor del aporte de todos los campos del quehacer y del conocer humano hacia el desarrollo de la humanidad.

            Intereses particulares y grupales sin rostro definido están haciendo que las decisiones encapsulen la cultura, manipulando el consciente de millones de personas alrededor del mundo. “La ley de la Tierra...la pluralidad” que Arendt  proclama es desapareciendo y llegando a ser un modo de vida homogéneo en el cual no hay personas humanas sino sólo consumidores.

“The actors of the drama of living become
stagehands; the setting is magnificent; the
lighting superb; the costumes gorgeous;
but there is no play...”
(“Los actores del drama de la vida llegan a
ser expertos; la escenografía es magnífica;
la iluminación es soberbia; el vestuario es
sensacional; pero no hay drama...”)
 (Insight, p.262)

            El grito desesperado de hoy demanda cooperación, una inteligencia que revierta el ciclo amplio e ilumine el túnel oscuro del futuro. El reto no es propiciar que toda la gente viva el “American way of life” o que todos los países lleguen a ser “desarrollados” como el desarrollo económico es concebido actualmente. El reto es lograr una “civilización de la sencillez cooperativa” que implica, un completo cambio en los bienes particulares que son producidos y consumidos hoy, en el bien de orden que está establecido, y en los valores que sustentan nuestras vidas. (Sánchez, 1997)
           
Dichos cambios serán posibles  sólo si el proceso de globalización que está tomando lugar en la esfera económica es transpuesto por una “globalización de nuestra conciencia”, haciéndonos  conscientes de que los problemas mundiales son nuestros propios problemas. Por otra parte la noción del “Desarrollo Sustentable” tiene que ser asumido en toda su magnitud, no sólo en su dimensión ecológica, sino en una noción heurística de búsqueda de un nuevo estilo de vida, la “civilización de la sencillez cooperativa” que el mundo esta necesitando en este tiempo. Esto implica una conversión progresiva intelectual y moral de la gente que ocupa puestos de influencia en las ramas de la economía, la política, la cultura, la ciencia y la religión. Éste es el nuevo “sentido en común” que con una visión de Cosmópolis parece estar hoy descubriéndose.



2.    PARA UN SENTIDO EN COMÚN: COSMÓPOLIS NO ES UN LUGAR O UN TIEMPO.

“Cosmopolis is above all politics”.
(“Cosmópolis está por encima de toda política”)
(insight, p.264)

“If social scientists take the actual data
of the social situation as the norm for
critically judging the reality of the situation
they are abandoning the normative guide
that is intrinsic to their own desire to know.”
(“Si los científicos sociales toman los datos actuales
de la situación social como la norma para el juzgar
críticamente la realidad de la situación, ellos están
abandonando la guía normativa que es intrínseca
a su propio deseo de conocer”)
(Flanagan, 1997, p.94)
           
Lonergan escribe claramente lo que Cosmópolis NO ES. De Insight (Capítulo 7, Sección 8.6) podemos entender que cosmópolis no es una nueva utopía en el sentido de un tipo de gobierno, un modelo económico o una confesión religiosa. Cosmópolis está “arriba de toda política” pero también está más allá de conflictos grupales o de clase, de “fuerza policíaca” o  de una solución simplista y superflua de los problemas humanos.

            Cosmópolis no es un lugar, no obstante tiene un mapa no bien definido y estructurado, pero un mapa heurístico en nuestra propia dinámica  intencional consciente. Si vamos a desarrollar y apropiarnos de las exigencias básicas “del método que somos” (Ancona, 1990; 1996), si estamos mejorando nuestra capacidad de ser atentos, inteligentes, razonables y responsables, podemos participar en  Cosmópolis y “proteger el futuro en contra de la racionalización de abusos en la creación de mitos” (Insight, p.265). Cosmópolis es “una dimensión de la conciencia” (Insight, p.266) y la única condición para estar ahí es la busca genuina de la autenticidad, la suposición genuina de la dialéctica personal y del compromiso genuino con el drama del vivir humano en la historia.

            Cosmópolis no es un tiempo en particular, pero hay un calendario; el calendario  que registra el desempeño de la conciencia humana a  lo largo de la historia, desde el sentido común no diferenciado al sentido común diferenciado, desde la ciencia clásica a la ciencia estadística, y a la conciencia histórica. (Lonergan, 1993) Cosmópolis implica “... asirse a los orígenes históricos y a un descubrimiento de las responsabilidades históricas...” (Insight p.266) Es un acercamiento crítico a la historia humana, un compromiso con el futuro, viviendo auténticamente el presente y empezando a ser conciente del pasado. Cosmópolis es el trabajo de vivir el drama en perspectiva, con una visión creativa de la totalidad, trascendiendo a la visión inmediata.
           
Cosmópolis no es un modelo o una receta pero hay algunos modelos parciales y limitados pero útiles y además tenemos los ingredientes. Los ingredientes están en las “exigencias normativas de nuestro deseo de conocer y elegir bien”, la inmanente y espontánea capacidad de cuestionamiento, entendimiento, reflexión, juicio, valoración y elección. Las exigencias de autenticidad son los ingredientes para participar en la Cosmópolis. Los modelos son todos los seres humanos que fueron y están siendo auténticos en las diferentes culturas y períodos históricos, la gente que ha estado siendo “... supremamente práctica ignorando  todo lo que es pensado como verdaderamente práctico...” (Insight, p.264), la gente que ha vuelto operativas las ideas de la desviación  general del sentido común considerado como no operativos.
            Finalmente, Cosmópolis no es un fin sino una búsqueda permanente y progresiva. Cosmópolis es una noción heurística, un útil reto, una invitación al compromiso con la inteligencia a través de la cooperación del sentido común práctico y del entendimiento científico y filosófico en la construcción de un mundo humano progresivo para todos. Cosmópolis hoy, es el compromiso de buscar el sentido común y la cooperación inteligente de un “nuevo sentido en común”, un nuevo significado de reorientación de la vida humana y la historia humana hacia una más justa y fraterna “civilización de sencillez cooperativa” en el tercer milenio que inicia.
            En este sentido, Cosmópolis no es un paradigma (Kuhn, 1970) sino es la causa de cambios de paradigmas en la historia, Cosmópolis esta más allá de la noción de “un programa de investigación” (Lakathos, 1970) porque no es un grupo particular de científicos que están compartiendo sus suposiciones en un momento preciso o época. Es concreto porque abarca a la totalidad de los seres  humanos que estuvieron, están y estarán desarrollando auténticamente su “irrestricto deseo de conocer  y  elegir  bien” para cooperar en la construcción del mundo humano.

4. HACIA UN SENTIDO EN COMÚN: RETOS EDUCATIVOS PARA UNA NUEVA ÉPOCA.

“The need for a heart that is open and
in tune with being demands a pedagogy
which is interested in more than an
intellectual grasp of what it is, but is
also interested in a formation of the
heart such that a knowledge of what
is, will be greeted, as well, by an
affective response to what is known...”
(“La necesidad de un corazón que está abierto
y en sintonía con el ser demanda una pedagogía
que esté interesada en más que una exploración
intelectual de lo que es, sino que esté interesada
además en la formación de ese corazón para el cual
un conocimiento de lo que es, será recibido,  también
por la vía de una respuesta afectiva a lo que es conocido”).
(Doorley, 1997 p. 52)

            Desde hace muchos años, la educación ha estado encapsulada en el conceptualismo y el culto a la memorización y la información. Como un producto de este ciclo amplio y de esta sociedad en crisis, la educación esta viviendo su propia crisis tratando de escapar de sus viejos rituales que hoy carecen de significado para los estudiantes. (Rugarcía, 1996) Los maestros han dirigido a los estudiantes a la memorización de conceptos, fórmulas, funciones y operaciones, bloqueando su “deseo irrestricto  de conocer”.

            No sólo nuestra educación ha olvidado estimular en los estudiantes el cuestionamiento, la indagación, el entendimiento y el juicio, sino que no ha tomado en cuenta el corazón de los estudiantes, su dimensión emocional y su propio “deseo irrestricto de elegir el bien” (Doorley, 1996). El drama de los estudiantes está fuera de las aulas en la actualidad y  la conciencia histórica que Cosmópolis esta demandando no es manejada dentro los currícula donde la enseñanza de la Historia es una mera repetición de hechos, nombres y fechas, y la Filosofía pierde espacios y sentido debido a las demandas técnicas y pragmáticas del “mercado de trabajo”.
            La crisis social del fin del milenio y el ciclo amplio de decadencia en el cual la humanidad esta inmersa demandan urgentemente un completo cambio educativo. Este cambio no es un asunto de métodos, técnicas o materias; este cambio implica la TRANSformación de los maestros en las dimensiones intelectual y moral.  Sólo si las mentes y corazones de los maestros cambian, puede haber un cambio en la educación como afirmó Stenhouse ( En: Rugarcía, 1995).
            El mundo está necesitando una educación que:
·      Tome en consideración a la persona en su (dimensiones biológico-sensitiva, lúdico-estética, intelectual y deliberada.)
·      Trabaje con el estudiante buscando el descubrimiento y apropiación de su propia conciencia intencional en sus cuatro niveles: Empírico, inteligente, reflexivo y existencial.
·      Desarrolle la conciencia histórica de los estudiantes para que puedan descubrir sus responsabilidades históricas con visión de largo plazo.
·      Cambie su enfoque de la competencia a  la cooperación.
·      Cambie su punto de vista individualista por un punto de vista global y social.
·      Reflexione en la noción del desarrollo sustentable como un reto para una nueva civilización mundial, basada en un estilo de vida sencillo.
            Una “educación personalizante”[3] asume su compromiso de trabajo con el estudiante-sujeto en su propia dimensión física, estética, intelectual y existencial o dramática. Lo anterior permitirá al estudiante desarrollar su capacidad para establecer relaciones constructivas con bienes particulares y deliberar y cooperar hacia la construcción de un auténtico  bien de orden.  (Lonergan, 1993) Una “educación personalizante” va a hacer al estudiante consciente de su propia dialéctica personal, de la dialéctica de comunidad y de la dialéctica de la historia en orden del descubrimiento y la apropiación de su “deseo irrestricto de conocer y elegir el bien” y  la humanización concreta de su “libertad efectiva”[4]. (Lonergan, 1992)
           
            Esto implica la transformación progresiva de la enseñanza de una práctica mecánica y rutinaria  a una praxis crítica y creativa.

“With regard to the philosophy of education
itself, the fundamental problem is the
horizon of the educationalist – of the person
or group that has the power and the money,
that runs the bureaucracy, that makes the
decisions – and the horizon of the teacher...”
(“ En relación a la Filosofía de la Educación en sí
misma, el problema fundamental es el horizonte
del administrador educativo –de la persona que
tiene el dinero, que dirige la burocracia, que toma
las decisiones- y el horizonte del profesor...”)
(Lonergan, 1993. p. 106)

Sólo si la educación modifica sus concepciones y organización, la Cosmópolis podrá irse haciendo probable y tener una influencia social y cultural que coopere en la transformación del mundo en crisis en un mundo más humano.
Entender y comprometerse con la Cosmópolis plantea hoy en día, un conjunto de retos para el sistema educativo y para la gente que trabaja en la rama de la educación que cree en la inteligencia humana, la reflexión y la responsabilidad como el medio de comunicación por el cual la humanidad está siempre  buscando  llegar a ser más humana y mejorar el mundo, y  en la consciencia humana y sus exigencias de autenticidad como el único criterio unificador en un mundo donde la diversidad es la ley, y el amor, es única posibilidad de  auténtica vida humana.
                      
           
* En Savater Fernando (1988). p.91
**En Savater, Fernando (1988). p.181.
***En Kohn, Alfie (1992) p.3

REFERENCES.

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Ancona, Andres. (1996). Experiencias a su imán. UIA golfo centro. Puebla.
Doorley, Mark. (1996). The place of the heart in Lonergan´s ethics. University press of America.   Lanham, Maryland.
Braio, Frank. (1992). Notes on an introductory Insight´s workshop. Lonergan workshop. MIMEO.
Flanagan, Joseph. (1997). Quest for self-knowing. University of Toronto Press.          Toronto.
Gorostiaga, Xabier. (1995). “La universidad preparando el cambio de época”. En      Magistralis no. 8.    UIA golfo centro. Puebla.
Kohn, Alfie. (1992). No contest. The case against competition. Houghton Miflin Co.   Boston-New            York.
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López Calva, Martín. (1997). “Vivir en el pantano. Un ensayo contra la educación       en valores”. MIMEO.
López Calva, M. (2001). “Mi rival es mi propio corazón...” Educación personalizante y TRANS-formación docente. Hacia una visión integral del proceso educativo. Ed. UIA Puebla-ITESO_U. Pedagógica Nacional- U. Autónoma de Tlaxcala- U. Loyola del Pacífico. Puebla.
Rugarcía, Armando. (1995). Hacia el mejoramiento de la educación universitaria.    UIA golfo       centro.           Puebla.
Rugarcía , Armando. (1996). Educar en valores. UIA golfo centro. Puebla.
Sanchez, Javier. (1997). “Conocimiento, medio ambiente, comercio internacional y educación    superior”. En Magistralis no. 11. UIA golfo centro. Puebla.
Savater, Fernando. (1988). La Etica como amor propio. Ed. Grijalbo-Mondadori.        Barcelona.









[1] Este artículo fue escrito originalmente en inglés gracias a una beca posdoctoral otorgada por el Lonergan Institute en el departamento de Filosofía de Boston College. Su título original es: Cosmópolis: From common sense to a sense in common. Educational challenges in a change of epoch. Agradezco a la Profra. Lucila Sotomayor de Gil el apoyo en la traducción inicial del mismo.
[2] Pedro Arrupe S.J. Anterior prepósito general de la Compañía de Jesús.
[3] Esta noción ha sido trabajada por el autor de este artículo en el libro: “Mi rival es mi propio corazón...” Educación personalizante y TRANS-formación docente: Hacia una visión integral del proceso educativo. (2001). UIA Puebla, U. Autónoma de Tlaxcala, U. Pedagógica Nacional, ITESO, U. Loyola del Pacífico.
[4] Lonergan trata esta noción en Insight. Se refiere a la capacidad de autodeterminación real y concreta del sujeto en su contexto particular y dentro de los condicionamientos y restricciones que este contexto le presenta.

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Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...