domingo, 17 de mayo de 2015

DE LA CREATIVIDAD COMO HUMANIZACIÓN A LA HUMANIZACIÓN DE LA CREATIVIDAD.




*Artículo publicado en la revista Atajo de la Ibero Puebla.


1.-Creatividad y creatividades: ¿qué entendemos por ser creativo?

“Pero ¡si es más el ruido que las nueces!”
C. Pellicer.

            Pero, ¡si es más el ruido que las nueces! Podríamos expresar con Pellicer si miramos a nuestro alrededor y nos percatamos de que esta nuestra época en la que se habla por todas partes de creatividad, de pensar creativamente, de ser creativos, es la época de la masificación , la homogeneidad, la falta de originalidad, la repetición y el tedio, el tedio de la repetición, la repetición hasta el tedio.
            Sin embargo, ¿ no es este tiempo el que explícitamente ha estudiado, analizado, investigado, escrito, difundido y divulgado lo que es la creatividad ¿ ¿no es nuestro tiempo el tiempo del “desarrollo de habilidades” en la educación, del fomento de la creatividad en las aulas?
            Además, ¿Qué me dices de los comerciales televisivos cada vez más raros e impactantes, de las películas de Hollywood llenas de efectos especiales, de la publicidad, la música, las grandes construcciones “inteligentes”?
            El problema parece estar entonces, no en la carencia de creatividad sino, como en mucho de lo humano que hoy anda en crisis, en cuál es su sentido. El problema no es de cómos sino de para qués, no es de técnicas o medios sino de finalidades y objetivos. El problema es que, como muchas otras cosas en nuestra sociedad de consumo y de comunicación masiva globalizada, la creatividad se ha deshumanizado.
Porque hay de creatividad a creatividad y si no veamos algunos ejemplos de ello:
            -Creatividad como rareza y entonces se trata de ser y hacer lo más extraño, lo incomprensible, lo que a nadie diga nada pero a todos llame la atención.
            -Creatividad como impacto y tenemos a los publicistas que “no matan, nomás atarantan” en su escalada de golpes a la emoción sin importar muchas veces la ética.
            -Creatividad como lujo y por ello lo más creativo –por no ser común, por ser inaccesible a la mayoría de los poco creativos mortales- es lo más caro, lo exclusivo, lo que se lleva con el “éxito”.
            -Creatividad como maquillaje del pasado y para eso tenemos que ir a un viejo catálogo o albúm fotográfico y copiar cualquier modelo que fabricado hoy parecerá increíblemente creativo.
            -Creatividad como “regreso a la tierra”, “barniz de naturaleza” o “todo lo natural es creativo y todo lo creativo es natural”, y llegamos a nuestra moda ecologista y a nuestras artesanías diseñadas para la vida moderna.
            -Creatividad como llave del éxito y entonces tenemos que tomar cursos relámpago de técnicas infalibles –todas iguales- para ser creativos y acceder al nivel de los pocos elegidos que llegarán lejos en el mundo empresarial, político o de las relaciones humanas.
            Pero ¿Qué entendemos entonces por ser creativos o por creatividad? Es más el ruido que las nueces con tantas exigencias de creatividad, con tantas recetas para ser creativos.

“La creatividad no es el don misterioso que sólo
unos cuantos poseen, sino una tendencia que
brota del hombre desde que es tal. Impulso
dinámico por el cual transformamos nuestro entorno
mediante el pensamiento y la acción, y que nos convierte
en sujetos activos en camino de construcción y autoconstrucción...”
(Patiño, en Hernandez y Villegas, 1996, p. 37)

            La creatividad no es un don misterioso que poseen unos cuantos elegidos, no es un nivel de capacitación al que se accede por la vía de cursos y conferencias famosas, no es una apariencia que nos haga parecer diferentes a los demás o un gusto exquisito que se hereda de generación en generación si se nace en ciertas familias de privilegio.
            La creatividad es una tendencia que brota de todos los hombres y mujeres concretos, un impulso dinámico por el cual nos sentimos empujados a modificar nuestro entorno, a no conformarnos con lo que nos es dado, a no quedar satisfechos con una vida mecánica determinada por el instinto. Esta transformación se realiza en nuestro pensamiento pero también en nuestra acción, de nada sirve una idea genialmente creativa si no se concreta en acción interna o externa que le cambie la forma a la realidad y la haga más humana. Porque la creatividad es una capacidad humana –una de las que nos distinguen de los animales-, la “capacidad de darle una forma nueva a la realidad” . (Bazdresch y Villegas, 1994, p. 21)
             De manera que la creatividad no es lo mismo que la mera imaginación aunque requiere necesariamente de esta. La creatividad no se queda en ideas geniales o en impulsos de originalidad, “Para que la creatividad sea tal, necesita culminar en la transformación efectiva del entorno...” (Patiño, en Hernandez y Villegas, 1996, p. 38), la creatividad no es mera apariencia sino real transformación, verdadero cambio del entorno que rodea al sujeto creativo. Este cambio de forma, por ser producido por manos humanas, lleva a la emergencia del mundo propiamente humano, proporcionado a la realidad humana y a la evolución de su capacidad de búsqueda y hallazgo. Bazdresch (s/f)  señala que por la creatividad es que nace y se desarrolla la cultura –entendiendo cultura en un sentido amplio como todo lo creado por la mano humana-. Por la creatividad entonces, se humaniza el mundo, con lo que esta humanización implica en un proceso dialéctico en el que siempre coexiste el progreso y la decadencia, el avance y el retroceso.

2.-Creatividad y método fundante: ¿Desde dónde entendemos nuestro ser creativo?

“Aquí no suceden cosas
de mayor trascendencia que las rosas.”
C. Pellicer.

            El problema de la creatividad y su desarrollo, influencia y hasta moda en la educación contemporánea es la proliferación de visiones parciales que, -explorando a detalle los componentes y elementos, las habilidades y posibilidades de desarrollo y las relaciones invariantes que de acuerdo a la estructura cerebral humana hacen posible la emergencia y desarrollo de este impulso-, enfatizando la parte pierden de vista el todo y con ello también, el sentido de la creatividad se va diluyendo.
            Nos encontramos entonces con métodos, técnicas, investigaciones o ensayos que hablan de creatividad y la analizan desde estas perspectivas parciales y nos dan una serie de listados de habilidades relacionadas, nos hacen análisis neurofisiológicos, nos demuestran que con tal o cual técnica se incrementa el potencial creativo del sujeto o nos presentan los productos de estos procesos creativos. Tenemos entonces visiones de los componentes, las herramientas, los productos o las relaciones y procesos pero perdemos de vista la fuente originante de ellos, el marco que los integra con todo lo demás y les da sentido: la persona humana, el sujeto humano en toda su complejidad y riqueza.
            Es así que vemos claramente que la mayor parte de estas visiones prescinden de un planteamiento ético o de un sustento antropológico, no van más allá de lo pragmático y nos presentan solamente los cómos para lograr productos “novedosos”, “originales”, “diferentes” y nos hablan de “atreverse a ser distintos”, de “salir de la rutina”, de “innovar”, pero sin decirnos los requisitos, las exigencias, las normas, las consecuencias de estos cambios para que sean auténticamente creativos.
            Podemos entonces ver que esto ha producido el ruido que es mucho mayor que las nueces y nos tiene sumidos en el reino donde todo cambia –de apariencia- para que todo siga igual – de forma- y a eso puede fácilmente contribuir una educación que busque la creatividad como mero cambio o innovación sin preguntarse por su sentido.
            ¿Desde dónde entender la creatividad?
            “Somos pieles que se estiran en una búsqueda” dice Mc. Shane de los seres humanos, “somos complejas totalidades en tensión” dice Lonergan, “somos seres inacabados” dice Fullat, somos “animales no fijados” dice Nietzche, en síntesis podemos decir que somos seres en construcción permanente, un permanente “YA Y TODAVÍA NO” que jamás se cumple del todo, que siempre está en movimiento.
            Pero esa búsqueda tiene una estructura, todo un conjunto de operaciones que ser interrelacionan y van llevándonos más o menos genuinamente a “llegar a ser lo que somos”, es decir, a legar a ser humanos, cada vez más humanos...
            Es en esta fuente básica, en el fluir de nuestra consciencia intencional que nos hace ser sujetos empíricos y buscar datos del mundo o de la misma consciencia, sujetos inteligentes que buscan entender a partir del hecho incuestionable del preguntar humano que nunca se acaba, sujetos críticos al tratar de afirmar la realidad de aquello que vamos entendiendo, sujetos libres al tener que decidir el curso de nuestra vida a pesar de todas las determinaciones. En este flujo y en su estructura es que debemos ubicar nuestra indagación para entender la creatividad como dinamismo que compone parte de esta búsqueda. (Lonergan, 1992).
            Esta aventura que somos, este reto de ir transformando lo que nos rodea para dibujarlo a nuestra proporción y darle un sentido para nosotros, tiene una serie de exigencias inmanentes que hay que ir descubriendo si queremos entender cabalmente el dinamismo de nuestra creatividad: el ser sujetos empíricos nos exige ser atentos a lo que nos rodea y a lo que nuestra propia consciencia nos aporta como datos, el ser sujetos inteligentes nos exige apertura a la comprensión por encima de otros intereses, el ser sujetos críticos nos exige buscar pruebas, afirmar en base a evidencias, razonar. Finalmente, el ser sujetos libres nos exige valorar y decidir con elementos suficientes y responsabilizarnos de esas decisiones y sus consecuencias.
            Aquí está la fuente de nuestro dinamismo creativo, tenemos la posibilidad de acceder a la actualización progresiva de la creatividad en tanto somos capaces de ir explicitando, desarrollando, apropiando cada vez más nuestro propio modo de operar de acuerdos a sus exigencias fundantes. Este es el reto fundamental: apropiarnos del método que somos, de esa serie de “operaciones recurrentes  y relacionadas entre sí que producen resultados acumualtivos y progresivos “ (Lonergan, 1988) en nuestro proceso de búsqueda.
            Porque hay o puede haber una creatividad meramente sensible, una creatividad sensible e inteligente, una creatividad crítica y razonable, una creatividad responsable. Porque no puede haber creatividad si no hay una cuidadosa atención (como decía el mismo Newton. Cfr. López Calva, 1998), no puede haber creatividad genuina si no hay inteligencia actuante, no hay creatividad sin razonabilidad, no hay creatividad sin una real libertad responsable de sus productos.
            “Aquí no suceden cosas de mayor trascendencia que las rosas”, dice Pellicer, pero uno puede ver las rosas y no encontrar nada allí o puede admirarlas y saborearlas y descubrir todo un mensaje de humanización implícito en ellas. Aquí no suceden cosas de mayor trascendencia que la vida humana, que la operación de la consciencia humana, que la búsqueda humana, pero si esta búsqueda se desarrolla de una manera atenta, inteligente, razonable y responsable podemos entonces descubrir que se va volviendo una búsqueda creativa, una búsqueda que realmente transforma el entorno y transforma al sujeto, humaniza al entorno y humaniza al sujeto.

3.-La autoconstrucción como tarea creativa fundamental.

“Y moví mis enérgicas piernas de caminante
y al monte azul tendí.
Cargué mi noche entera en mi dorso de Atlante.
Cantaron los luceros para mí...”
C. Pellicer.

            Es entonces cuando empezamos a descubrir otra dimensión de la creatividad y “movemos nuestras enérgicas piernas de caminante” y tendemos al monte azul de un continuo descubrimiento, de un camino de humanización interminable.
           
“The highest function of these four levels is
for me, to take hold of my life, to decide what
I am going to make of myself...”
(Lonergan, 1994, p. 58)

            Porque la más alta función de nuestro operar consciente con todos sus niveles complejos y sus exigencias de realización es precisamente el tomar nuestra vida en nuestras manos, el decidir lo que vamos a hacer de nosostros mismos. Dos preguntas fundamentales plantea Zubiri para el ser humano (Prado, 1998) : ¿qué va a ser de mí? Y ¿qué voy a hacer de mí? La primera es cuestión de las circunstancias sociales, históricas, políticas , económicas o culturales o, simplemente de aquello que llamamos destino. Pero la segunda es plenamente asunto nuestro, es el reto creativo fundamental, el reto de ir definiendo, optando, eligiendo el camino y la actitud que vamos a asumir en medio de esas circunstancias en las que nos va tocando vivir. La creatividad no es entonces un simple ser diferente por ser diferente o un mero hacer cosas novedosas u originales en el sentido de distintas de lo normal. La creatividad es un asunto de cómo vamos recreando el mundo en que nos toca vivir para hacerlo cada vez más humano y de cómo vamos eligiendo y eligiéndonos en ese mundo para hacernos a nosotros mismos y hacernos de un modo cada vez más humano.
“Mediante la actividad creadora , el sujeto traduce
el mundo a su lenguaje propio y le otorga un sentido
particular. De ahí que crear sea también auto-crearse,
autodefinirse, autoconstruirse.”
(Patiño, en Hernandez y Villegas, 1996, p. 39).

            Mediante la actividad creadora traducimos y damos sentido al mundo, vamos construyendo nuestro mundo dentro del mundo y por ello vamos creando y recreando la realidad pero también vamos creando y recreando el personaje que somos dentro de ese drama que vive la humanidad en su proceso de realización y en el que nosotros tenemos un compromiso pequeño pero imprescindible que cumplir.
“El oráculo délfico recogido por Píndaro ordena: ´llega a ser lo que eres´.
Es decir, asume del modo más armónico, menos doloroso, más creativo,
La pugna dialéctica entre la universalidad heroica del querer y la
Peculiaridad irremediable con que en ti se da...”
(Savater, 1994, p. 110)

            El oráculo délfico decía: “llega a ser lo que eres” y ese es el reto por descubrir, esa es la pregunta básica por responder, ese es el reto creativo por desarrollar. Lo que esatá en juego en el ser o no creativos es mucho más que el resolver problemas laborales y profesionales con eficiencia o el diseñar un producto novedoso, lo que está en juego en el ser o no creativos es nuestra propia persona y su desenvolvimiento dentro del mundo a partir del sentido que vayamos encontrando en él.

“Nos definimos siempre en diálogo con y algunas
veces en lucha contra, las identidades que nuestros
otros significativos quieren reconocer en nosotros...”
(Lawrence, citando a Taylor, 1991, p. 33)

            Este reto creativo es más complejo si consideramos que tenemos que irnos inventando y reinventando, creando y recreando en diálogo con los otros y que esto sucede algunas o muchas veces en lucha o en confrontación con lo que los demás quisieran que fuésemos (desde nuestros padres, nuestros maestros, nuestros amigos, nuestros jefes, etc.)
            De modo que el reto creativo tiene que ver necesariamente con el desarrollo de nuestra apertura a los otros y con la capacidad de estar abiertos a sus sugerencias y aportaciones sin ceder ciegamente a sus exigencias ni orientar nuestra vida ciegamenta a partir de lo que los demás desean de mí. Se puede ser muy imaginativo, muy original en el trabajo, se pueden inventar toda una serie de productos distintos, llamativos, impactantes (que es a lo que hoy socialmente llamaríamos ser creativos) y sin embargo, ser completamente incapaces de irnos eligiendo y de ir descubriendo nuestro propio rumbo, ser completamente esclavos de lo que la sociedad nos dice que hagamos de nosotros y desear lo que ella nos pide desear, amar lo que ella nos pide amar, buscar lo que ella define como buscable e incluso ser creativos de la manera y con los límites que ella nos va planteando.
            Octavio Paz decía que la “libertad no necesita tanto de alas como de raíces”. Esta frase puede aplicarse perfectamente a la creatividad entendida como aquí la hemos planteado: la creatividad no necesita tanto de alas como de raíces. El ser creativo es cuestión de talento pero también y sobre todo, de fundamento.

4.-La educación personalizante como reto creativo.

“...Déjame un solo instante
cambiar de clima el corazón...”
C. Pellicer.

            Es aquí donde entra plenamente la educación. No en el sentido que hasta hoy venimos hablando de ella con todo lo innovador y lucidor que resulta decir: “que la educación debe fomentar la creatividad”, “que en el aula deben desarrollarse las habilidades creativas”, “que el alumno debe ser libre para crear cosas novedosas”, etc.
            Entender la educación como una búsqueda permanente de aquello que hace al estudiante llegar a ser persona con todo lo que esto implica, entender la educación como reto creativo  que debe llevar a la personalización del alumno, implica necesariamente un cambio en nuestra visión de la creatividad en la educación.
            Si se entiende así, todo proceso educativo es un reto creativo que tiene que ir promoviendo espacios y disparadores de experiencias por las cuales el estudiante y el grupo vayan descubriendo su propia búsqueda personal y comunitaria y vayan encontrando los medios para facilitar el desarrollo progresivo de esa capacidad de autoconstruirse de acuerdo a los fundamentos, a las raíces que vayan descubriendo y reencontrando y aceptando como válidas durante su trayecto por la existencia.

“Para Lonergan, la libertad es un asunto no
de indeterminación sino de autodeterminación
y lo que más determina la autoconstitución de la
persona es el compromiso que emprende...”
(Lawrence, s/f. P. 10)

            Entonces el desarrollo de la creatividad tiene relación directa con el desarrollo de la libertad de los estudiantes, entendida no como indeterminación sino como  autodeterminación, como capacidad para asumir compromisos en su propia proceso de autoconstrucción.

The development of intelligence effects a shift

In the center of gravity of a person´s orientation...”
(Lonergan, 1993, p. 105)

            el desarrollo de la creatividad pasa necesariamente por el desarrollo de la inteligencia, por ese desarrollo que efectúa un cambio en el centro de gravedad de la orientación personal porque lo hace abrirse al cuestionamiento permanente y a la búsqueda de la comprensión del mundo y de la propia existencia por encima de cualquier cosa ya establecida o determinada externamente. Esto orienta necesariamente hacia la continua creación y recreación del mundo y del propio yo. La educación personalizante tiene la tarea fundamental , más allá de toda técnica o metodología de desarrollo de habilidades, de “cambiar el clima del corazón” de los estudiantes y llevarlos a esta apertura y desarrollo de la propia inteligencia y de la propia afectividad para acercarse a esta búsqueda permanente de autoconstrucción.

5.-Hacia una didáctica personalizadora.

“...siente la vibración; y la conciencia
tiembla en cada palabra...”
C. Pellicer.

            El profesor que “siente la vibración” de esta búsqueda de humanización encerrada en cada uno de sus estudiantes y encerrada también en la humanidad toda que sigue buscando implícita o explícitamente un camino hacia la humanización colectiva, empieza a comprender de otra manera su tarea cotidiana y a descubrir que la “docencia afecta la eternidad” y que esto implica un compromiso muy serio.
“One can see teaching as an act that,
when done well, fully occupies the present
moment, but also always with an eye on the future...”
(Hansen, 1995, p. 161).

            Es entonces que empieza a entender la educación como un continuo buscar la facilitación de los procesos de personalización de los estudiantes y a comprometerse creativamente con esta búsqueda, es aquí cuando empieza a entrar en una dinámica que convierte progresivamente su práctica docente rutinaria en praxis docente creativa y comprometida. Esta dinámica de búsqueda puede llamarse “didáctica personalizadora” si entendemos didáctica no como el “arte de enseñar” de acuerdo a modelos preestablecidos o un conjunto de modos de hacer en el aula para promover el aprendizaje sino como un proceso de búsqueda permanente de esos cómos de facilitación del aprendizaje a partir de la TRANS-formación intelectual y moral del docente en ejercicio, una búsqueda genuina en tanto que responde a las exigencias de ese método que todos somos y que pone al profesor dentro del flujo histórico integrado por “todos los profesores concretos que han buscado, que están buscando hoy y que en el futuro van a buscar los modos más efectivos de contribuir a la facilitación de los procesos de personalización de los estudiantes”. En esa dinámica el profesor empieza a vivir plenamente el presente de su aula pero siempre con una mirada puesta en el futuro que quiere contribuir a construir.
“We are dealing with free persons, persons whose
freedom is coming to birth; we cannot manipulate
them like robots...”
((Crowe, 1985, p. 27)

“We cannot be simply passive receivers of a tradition

from the past...we have also to be creative agents of a new
improved tradition, one that operates at the level of our times...”
(Crowe, 1985, p. 106)

            El estar inmerso en esa corriente dinámica que aquí hemos llamado “didáctica personalizadora” nos va haciendo caer en la cuenta de que estamos en el aula en un encuentro de libertades y que aunque la intervención educativa es planificada y de algún modo forzada para los estudiantes, no podemos manipularlos como simples robots sino que tenemos que entrar en un doble proceso en el que ganemos su interés y comprometamos su libertad en esta búsqueda y por otra parte ayudemos al estudiante a ir descubriendo y desarrollando humanamente su libertad.
            Esto lleva al docente también a entender que no podemos ser simplemente pasivos receptores y transmisores de una tradición recibida del pasado sino que tenemos que ser capaces de cuestionar, discernir, autentificar esa tradición y de incorporar los elementos válidos que se extraigan de ella en una búsqueda creativa para la construcción de una nueva tradición que opere al nivel de nuestros tiempos. El trabajo crítico y creativo con estos dos vectores constituye el dinamismo de una educación auténticamente personalizante: el acopio y análisis crítico de la tradición heredada y el descubrimiento y construcción creativa de una siempre nueva tradición que opere al nivel de cada época.
            Entrar a esta dinámica, incorporarse a la búsqueda que llamamos “didáctica personalizadora” hace además que el docente no se sienta solo: porque está acompañado por todo un colectivo de profesores que hoy buscan lo mismo desde sus propias trincheras y horizontes, está acompañado por siempre por todos aquéllos docentes que en el pasado aportaron algo a esta búsqueda –conocidos o anónimos- y está acompañado desde hoy por la certeza de que habrá otros muchos profesores en el futuro que se comprometan con esta búsqueda de acuerdo a lo que en cada tiempo y sociedad vayan descubriendo como valioso para esta personalización.
           
6.-No es cuestión de perfiles sino de autenticidad.

“...para qué me diste
las manos llenas de color.
Todo lo que yo toque
Se llenará de sol...”
C. Pellicer.

            Si entendemos bien esta perspectiva, se verá con claridad que no estamos hablando de una nueva teoría sino de un renovado compromiso con lo humano y su construcción, que no estamos presentando una metodología sino tratando de hacer explícito el método que somos de acuerdo al cual todas las metodologías diversas se pueden ir construyendo, que no estamos buscando un perfil ideal de profesor sino una búsqueda de autenticidad en cada profesor. En síntesis, la pregunta sería: ¿cómo contribuyo a la personalización de mis estudiantes? Y la respuesta es: siendo cada vez más yo mismo, auténticamente yo mismo, creativamente yo mismo como docente.
            El problema de la formación de profesores para la creatividad no está entonces en la enseñanza de una serie de técnicas o el aprendizaje de conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro, el hemisferio derecho, las habilidades creativas y su facilitación,  -elementos todos que ayudan pero no garantizan -, sino en que cada profesor vaya autodescubriendo su capacidad y potencial creativo a partir de la explicitación del método que es y sus exigencias, y que cada profesor vaya entrando en una dinámica de TRANS-formación de su mente y de su corazón que le vayan dando unas manos llenas de color para que “todo lo que toque se llene de sol”.
“Noble es, en general, todo espíritu que posee
el don de transformar el negocio más nimio y
el objeto más pequeño en un infinito, por su
forma de tratarlo...un espíritu noble no se contenta
con ser libre: tiene que poner en libertad a lo que le rodea...”
(Schiller , en Savater, 1995. P. 109)

            La clave está en cómo hacer que el espíritu de cada docente se vaya construyendo y reconstruyendo como un espíritu noble, un espíritu capaz de transformar lo más nimio y más pequeño – como una materia, un salón de clases, un estudiante más- en un infinito, por su forma de tratarlo. Lo que buscamos es un docente con espíritu noble que no se contente con ser libre sino que busque la liberación de lo que le rodea, empezando obviamente por sus estudiantes.

7.-De la creatividad como humanización a la humanización de la creatividad.

“...Todo lo que es capaz de ser anuncia
su nombre. ¡Cuánto y cómo lo pronuncia!
Se enciende un nuevo sol,,,”
C. Pellicer.

            El problema de la creatividad en las aulas no se solucionará entonces con cursos de creatividad en el sentido técnico o “científico” tradicional sino con una reconceptualización de la creatividad que la haga más humana
. ¿Cuál es el reto de un profesor para estimular la creatividad en sus estudiantes?
            En primer lugar entender la creatividad desde el manantial del flujo de la consciencia como un dinamismo o una fuerza humana que nos mueve hacia la humanización permanente y progresiva, entender la creatividad como el reto de hacer al mundo de una forma humana y de hacernos más humanos en ese proceso, de hacernos más humanos y de hacer más humano al mundo simultáneamente.
            En segundo lugar asumir su propio desafío de autocreación como persona y como docente y emprender esa tarea con seriedad.
            En tercer sitio, mirar la docencia cotidiana con perspectiva de infinito y como una oportunidad de compartir la propia tarea creativa con el desafío creativo de autoconstrucción de sus estudiantes, para ello, y sólo hasta esta etapa, algunos conocimientos o técnicas de creatividad pudieran ayudar. Porque sólo entendiendo la creatividad como humanización podrá el docente llegar a la humanización de la creatividad en el aula y superar las visiones parciales o superficiales, las percepciones técnicas de lo que es ser creativo y por qué es importante serlo.
“Sólo teniendo un sentido de la dirección de la
historia se pueden amar las realidades terrenales
y creer- con caridad- que existe aún un lugar para
la esperanza...”
(Eco, 1997, p. 32).

            Porque, concluyendo, el problema de la creatividad en la educación, como muchos problemas de la educación actual son problemas de sentido y no de contenido o forma. El problema es redescubrir el sentido del ser creativos y ese sentido es la humanización personal y social y la búsqueda de humanización en la historia que es nuestra tarea permanente, la que nunca vamos a terminar de resolver pero a la que podemos acercarnos asintóticamente , paso a paso.
“The babel of our day is the cumulative product
of a series of refusals to understand...”
(Lonergan, 1992, p. 267)

            Porque la babel de nuestros días es el resultado de toda una acumulativa serie de negaciones de la inteligencia y de la comprensión de lo humano, debida a la absolutización de intereses particulares, personales,  de grupo o clase. En esta babel esta metida nuestra educación, reproduciendo mucho de los significados y valores de esta sociedad decadente en la que se siguen acumulando negaciones de la inteligencia en vez de emerger nuevas comprensiones globales sobre el sentido de nuestro mundo.
“Una comunidad no es solamente el número de hombres
que viven dentro de unas fronteras geográficas.
Es la realización de una significación común...”
(Lonergan, 1988, p. 82).

            Aquí está el desafío creativo fundamental que se presenta hoy para la educación: contribuir a la salida de esta babel mediante el cultivo de la apertura a la inteligencia, a la crítica, a la deliberación responsable, a la reconstrucción de nuestros significados, es decir, a la construcción de una auténtica comunidad humana: una comunidad en la que compartamos no solamente unas fronteras geográficas o un planeta en el cual vivir sino la búsqueda permanente de la realización de una significación común: allí está el compromiso humanista con el cambio de época que debe cumplir hoy la educación.

           
REFERENCIAS.

Bazdresch, J. (s/f). La creatividad. UIA Sta. Fe. México.
Bazdresch, J. Y Villegas, P. (1994). Introducción al Problema del hombre. UIA Sta. Fe. México.
Crowe, F. (1985). Old things and new. A strategy for education. GA Scholars Press. Atlanta.
Hansen, D. (1995). Tha call to teach. Teachers College press/Columbia univ. New York.
Lonergan, B. (1988) . Método en Teología. Ed. Sígueme. Salamanca.
__________. (1992)  Insight. A study on human understanding. Toronto University Press. Toronto.
___________. (1993). Topics in education. Toronto Univ. Press. Toronto.
___________. (1994). Method in Theology. Toronto University Press. Toronto.
López Calva, M. (1998). Pensamiento crítico y creatividad en el aula. Ed. Trillas. México.
_____________ (1998). “Mi rival es mi propio corazón: educación personalizante y TRANS-formación docente. Hacia una visión integral del proceso educativo. Tesis doctoral en proceso. UAT.
Patiño, H. (1996). “Reflexiones acerca de la creatividad”. En Hernandez, I. y Villegas, P. Unidad, diversidad y conciencia. UIA Sta. Fe. México.
Prado, J. (1998). Etica sin disfraces. ITESO-UIA Sta. Fe. Guadalajara.
Savater, F. (1994). El contenido de la felicidad. Ed. El País-Aguilar. Madrid.
Savater, F. (1995). Etica como amor propio. Ed. Grijalbo- Mondadori. Barcelona.

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Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...