DOS
ANÉCDOTAS.
Uno:
El Dr. Gustavo Fischman, reconocido investigador de la Universidad de Arizona,
planteó en su conferencia durante las VIII Jornadas de la Red Nacional de
Investigadores en Educación y Valores (REDUVAL) celebrada en Morelia en 2010
que durante la crisis económica mundial del 2008-2009 (www.riseu.unam.mx/documentos/acervo_documental/txtid0050.pdf ), los alumnos del nivel equivalente a la licenciatura le
preguntaban si la universidad no iba a enseñarles también “cosas útiles, como
por ejemplo a cantar, bailar o actuar…” Al contar esta anécdota, comentaba que
aunque parecía una broma, en realidad se había demostrado que los que menos
sufrieron durante esta crisis en los Estados Unidos fueron los profesionales
ligados al llamado “show business”, las que efectivamente sabían cantar, bailar
o actuar.
Dos: Es constante en las evaluaciones
de profesores que hacen semestre con semestre los alumnos de licenciatura que
haya muchos comentarios relacionados con que el profesor “sabe mucho” pero es
“aburrido”, “conoce bien su materia” pero “hace sus clases tediosas”. A raíz de
esta constante, algunos compañeros docentes universitarios comentaban que los
estudiantes parecen esperar que sus profesores sean una mezcla entre Einstein y
Brozo o Adal Ramones.
ALGUNOS
HECHOS.
Uno:
En los años recientes se ha venido dando de manera creciente una demanda nunca
vista por licenciaturas que antes eran
simplemente actividades artesanales o técnicas pero no tenían de ninguna manera
el estatus de profesiones universitarias. Es el caso de carreras como Diseño de
modas, Gastronomía o hasta Cosmetología (http://cme.edu.mx/licenciatura_cosmetologia.html
).
Dos:
En el año 2010 se inició un debate muy amplio en el ámbito de la Educación
Media Superior (EMS) por la intención de la subsecretaría de este nivel, de
suprimir la materia de Filosofía de los planes y programas de estudio derivados
de la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) (http://www.filosofia.mx/index.php?/perse/archivos/atentado_el_desaparecer_la_filosofia_del_bachillerato_mexico).
LA
CIVILIZACIÓN DEL ESPECTÁCULO.
El
premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa publicó en Letras libres un
artículo memorable y muy difundido bajo este título (http://www.letraslibres.com/revista/convivio/la-civilizacion-del-espectaculo).
Este artículo derivó en algunos otros y fue poco a poco constituyéndose como un
ensayo más amplio que está a punto de ser publicado como libro y fue comentado
en El País con una entrevista al escritor. (http://cultura.elpais.com/cultura/2012/04/13/actualidad/1334353232_001546.html)
En
este artículo y en el libro próximo a publicarse, Vargas Llosa plantea una
preocupación muy seria por lo que llama la “banalización de la cultura” que ha
ido diluyendo el significado de este término hasta hacer que cultura signifique
prácticamente cualquier cosa y que ha ido sucumbiendo ante el embate del
imperio de los medios de comunicación masiva que priorizan el espectáculo, el
chisme y el impacto superficial de los diversos productos culturales e incluso
de la vida privada de los artistas e intelectuales por encima del contenido y
el fondo de sus obras.
La
banalización de la cultura y el predominio del espectáculo se están viendo
reflejados en expresiones artísticas que apelan a suscitar reacciones de
escándalo o novedad más que a comunicar con profundidad la belleza y los
conflictos y aspiraciones de la vida humana.
Por
otra parte, la civilización del espectáculo está llevando a privilegiar
socialmente elementos como la moda o la gastronomía como factores clave de la
cultura por encima de la Literatura, la Filosofía o la Música.
EDUCACIÓN
Y CIVILIZACIÓN DEL ESPECTÁCULO.
Es
indudable que la educación es un subsistema que está plenamente inmerso en el
sistema social amplio y es producida y productora de este sistema, es decir:
“Toda educación genera la sociedad que la genera” (http://www.gandhi.com.mx/index.cfm/id/Producto/dept/libros/pid/392938)
De este modo, si vivimos en la civilización del espectáculo, según afirma
Vargas Llosa, es inevitable que el sistema educativo se vea influido por esta
banalización de la cultura.
Es
así que en las anécdotas que planteamos al inicio de este artículo y en muchos
otros ejemplos –como la resistencia de los alumnos a ciertos aprendizajes
profundos que les impliquen pensar calificándolos peyorativamente como
“teóricos”- se hace evidente la influencia de esta degradación cultural en
nuestras escuelas y universidades.
Así
como “los periódicos más serios tratan de resistir al sensacionalismo, pero si
la supervivencia está en juego tienen que hacer concesiones…” como afirma el
escritor, también estamos presenciando como las escuelas y universidades serias
tratan de resistir a esta banalización y este embate que degrada el
aprendizaje, pero como la supervivencia está también en juego –sean públicas o
privadas tienen que rendir cuentas a la sociedad y tener demanda de
estudiantes- vemos como también están haciendo concesiones.
Estas
concesiones están manifestándose en el tipo de carreras que hoy se ofrecen y
que refleja una legitimación como licenciaturas, maestrías y aún doctorados, de
programas y especialidades que no lo eran antes, en las tendencias de los
planes de estudio hacia la inclusión de asignaturas prácticas y “útiles” para
el mercado en contra de asignaturas fundamentales para la formación y en el
nivel de las prácticas docentes en la trivialización del proceso de
enseñanza-aprendizaje ante la exigencia de los estudiantes de que los procesos
educativos contengan cada vez menos exigencia académica y más show y
entretenimiento.
Creo
que uno de los desafíos básicos de los docentes de todos los niveles hoy en
día, es generar una resistencia inteligente, crítica y significativa a este
proceso de decadencia cultural que privilegia lo inmediato sobre lo relevante,
sin darse cuenta de la necesidad
inmediata de lo relevante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario