viernes, 5 de octubre de 2012

Educación y reforma laboral o la necesidad de potenciar la razón para construir una opinión pública informada

*Publicado en E-consulta el 1 de octubre de 2012.


Todas las personas son respetables, sean cuales fueren sus opiniones. Pero no todas las opiniones son respetables, y la idea de que es un signo de democracia o de libertad que cualquier idea valga lo mismo que cualquier otra y que da lo mismo que quien la sostiene ignore los mecanismos del asunto, no pueda aportar ninguna prueba, no tenga datos o sea incapaz de razonar su postura, vale lo mismo que la opinión de quien conoce el asunto, me parece preocupante”.
Fernando Savater. Potenciar la razón. (http://www.educaciofisica.com/19.potenciarlarazon.htm )

La discusión y aprobación de la iniciativa preferente de reforma laboral enviada por el presidente Calderón en la cámara de diputados la semana pasada, independientemente de su contenido, tiene elementos que implican a nuestro sistema educativo y hacen evidente la urgencia de una verdadera reforma en este campo fundamental para el desarrollo del país.
Durante las semanas en que se ventiló en los medios de comunicación el proceso de revisión en comisiones y sobre todo a partir de la aprobación del dictamen y su presentación y discusión en el pleno -con todo y el espectáculo lamentable de la toma de tribuna- se desató una campaña de oposición a la reforma que fue creciendo hasta llegar a su máxima expresión los últimos días de la semana pasada.
En esta campaña se pudo leer en las redes sociales toda clase de comentarios sobre las razones para oponerse a este cambio legal que iban desde el mito de los 7 pesos por hora (http://www.adnpolitico.com/opinion/2012/09/28/opinion-la-falacia-del-salario-de-7-pesos-por-hora) hasta expresiones que afirmaban que el país estaba en el umbral del retorno de la esclavitud. Las redes sociales se inundaron de pronto de imágenes y textos de una altísima intensidad emotiva inversamente proporcional al razonamiento y la argumentación informada.
En efecto, en todas estas expresiones se notaba una total ausencia de lectura de la iniciativa y una gran dosis de ideología. Llamó especialmente mi atención una supuestamente firmada por una persona miembro de la “barra de abogados democráticos de México” en la que se expresaban cosas verdaderamente fantasiosas como que la iniciativa implicaba modificaciones a la ley del IMSS y del ISSSTE, que la jubilación sería imposible pues implicaría ¡50 años! De trabajo alcanzarla, que desaparecía el salario mínimo y quedaba “al gusto del patrón”, etc. En este comunicado “urgente” se decía que solamente el 13% de la gente está informada en México (sin decir obviamente cómo se calculaba este dato o de dónde estaba tomado) y se hacía un llamado a “correr la voz”.
Durante este período de debate público circularon también en las redes sociales elementos de información y análisis aportados por académicos de reconocido prestigio en el ámbito de la Economía y de la Ciencia Política como Gerardo Esquivel, Javier Aparicio, Ciro Murayama, José Merino, etc. quienes expresaron posturas analíticas muy bien sustentadas con los aspectos que consideraban positivos y los negativos de esta reforma y se pronunciaban con distintos matices por la aprobación o el rechazo de la iniciativa. Sin embargo, desafortunadamente, estos análisis no fueron suficientemente difundidos ni fueron los que circularon masivamente entre los ciudadanos usuarios de las redes y las personas que comentaban el tema en el café o en la calle.
Un aspecto que resulta especialmente preocupante para quien esto escribe es que muchos de los que difundieron las versiones desinformadas y basadas en datos incorrectos o deliberadamente falsos son educadores: docentes, funcionarios educativos y directores de escuelas que en un afán bien intencionado de asumir una postura crítica frente al poder y el status quo, se dejaron llevar por la pasión y no ejercieron suficientemente la razón para construir un juicio fundamentado sobre este aspecto crucial para la vida de todos.
Esta epidemia de versiones sesgadas supuestamente críticas denota la necesidad urgente de que la educación redoble sus esfuerzos para potenciar la razón y desarrollar un verdadero pensamiento crítico. El pensamiento crítico implica como elementos esenciales el acopio de información suficiente y relevante, el procesamiento inteligente, la comprensión adecuada de estos datos y la reflexión sobre los elementos de veracidad de las diversas interpretaciones e ideas sobre el asunto que se analiza.
Por otra parte, el pensamiento crítico exige abandonar ciertos vicios que desgraciadamente hoy dominan el escenario de la opinión pública nacional incluyendo a quienes se dedican a la educación de las nuevas generaciones: la creencia ciega de cierta información o ideas por venir de cierto actor o grupo con el que se simpatiza ideológicamente, la emisión de opiniones o juicios sin contar con la información que los sustente o a partir de datos claramente erróneos, la visión del mundo como blanco y negro sin ningún matiz, la cerrazón a escuchar y considerar otros puntos de vista, la negación de ciertas preguntas por implicar la renuncia a posturas preestablecidas o juicios que se sostienen a priori, etc.
Son muchos los riesgos de regresión que vive hoy el país. Para poder construir resistencia fuerte, protesta sólida y propuesta inteligente se requiere potenciar la razón y construir una opinión pública cada vez mejor informada a partir del desarrollo de un auténtico pensamiento crítico y la superación de posturas pseudocríticas y meramente responsivas que sirven a intereses ocultos e ilegítimos aunque estén maquillados de progresismo.

Bordando por la paz y la educación para la ciudadanía

*Publicado originalmente en E-consulta. Tomado en esta versión de: http://nuestraaparenterendicion.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=1461%3Abordando-por-la-paz-y-la-educaci%C3%B3n-para-la-ciudadan%C3%ADa&Itemid=152
Bordamos por la pazBordamos por la paz
Martín López Calva
"El axioma de Robert Antelme: 'No suprimir a nadie de la humanidad',
es un principio ético primero…”
(E. Morin, 2006:115)
Daniela tiene once años y ha ido algunos domingos a bordar por la paz. Ella y algunos otros niños y niñas suelen acompañar a veces a su mamá o su papá a esta actividad tan sencilla como profunda. Se trata simplemente de acudir entre las 12 y las 15 hrs.
A la plaza de la democracia en el centro de Puebla para sentarse junto con otras personas jóvenes y adultos de distintas partes de la ciudad, con diferentes ocupaciones, ideologías y creencias, a bordar pañuelos blancos con los nombres y las historias de las miles de personas que han muerto en los últimos años en la llamada “guerra contra el narco” y en otros eventos relacionados con actos criminales, producto o no, de la delincuencia organizada.
A sus once años ella acude a la cita a veces, en vez de mirar la televisión o ir al centro comercial y tal vez sin darse cuenta aprende más de ciudadanía que en todo un año escolar de clases de formación cívica y ética.
Porque “bordando por la paz” (https://www.facebook.com/BordadosPazPuebla) es además de un acto de manifestación pacífica y organizada que grita en silencio un “ya basta” a la espiral de violencia que vive el país, una actividad didáctica para quienes participan en ella y para los que alrededor de quienes lo hacen o simplemente al pasar por la plaza y detenernos a ver, somos testigos de este acto simbólico que tiene como objetivo hacer visible lo que hasta ahora ha estado vedado a nuestros ojos.
En efecto, cada pañuelo blanco al ser bordado va diciendo con hilo que se vuelve voz, el nombre de un mexicano que ha sido suprimido de la humanidad doblemente: en primer lugar porque fue privado de la vida de una manera violenta, injusta, absurda y por otra parte porque su asesinato ha quedado en el anonimato, en la impunidad y el olvido.
En cada lienzo que se borda se hace visible una historia invisible, adquiere nombre y rostro quien hasta antes de ese acto simbólico era simplemente un número, una cifra en la estadística de la impunidad, en el país en que todo pasa pero todos, empezando por las autoridades, hacemos como que no pasa nada.
Algunas de las personas que bordan lo manifiestan con claridad: “bordar una de estas historias me sensibiliza y me hace más consciente de lo terrible de la situación que vivimos porque me hace caer en la cuenta de que cada uno de los sesenta mil muertos era una persona con nombre, historia, familia y aspiraciones”. Entre quienes se han ido uniendo a bordar de manera puntual o permanente hay familiares que cuentan parte de su propia historia: hermanos que perdieron un hermano porque se negó a pagar “derecho de piso” allá en un estado del norte y que tuvieron que huir de allí y venirse a vivir a Puebla dejando sus raíces, tíos que piden que se borde la historia de una sobrina asesinada en la calle una noche de un día cualquiera.
Y así domingo a domingo se va construyendo una comunidad de bordadores por la paz, de ciudadanos conscientes y comprometidos que quieren aportar símbolos que visibilicen lo que todos ocultan; se va creando solidaridad que se prolonga en las redes sociales y se mantiene unida en la distancia a otros grupos del mismo movimiento en ciudades lejanas (http://www.eluniversal.com.mx/estados/87029.html)-
La meta es bordar todas las historias posibles que conforman este mar de historias truncadas por la muerte en una cultura cada vez más acostumbrada a excluir por cualquier razón a los demás, a suprimir a los otros de la humanidad, ya sea matándolos o tolerando y acostumbrándose a la muerte, al “recuento de ejecuciones” que es una sección más de cualquier noticiario. La meta es tapizar el zócalo de pañuelos blancos bordados con los nombres de todas las víctimas, para gritar con un símbolo de paz, la rebelión de todos los que no creemos en la violencia ni queremos la violencia como escenario de nuestros tiempos, de los que no queremos heredar a nuestros hijos un país en guerra sino una patria armónica y justa en la que quepamos todos, en la que no se suprima a nadie de la humanidad.
Como Daniela muchos niños deberían formarse como ciudadanos más allá de los muros de la escuela. Bastaría para ello que todos nosotros, los que los mandamos a la escuela a “formarse en valores”, despertáramos del letargo en que nos tiene este sistema que nos define como consumidores y nos niega la condición de ciudadanos y ejerciéramos la ciudadanía con pasión y responsabilidad.

lunes, 1 de octubre de 2012

México: Bordando por la paz y formación de ciudadanía

Comparto con mucho gusto esta versión en inglés de mi artículo publicado en E-consulta el lunes pasado. Gracias a Fuentes Rojas por publicarlo y a J. K. Brundage por la traducción.

My original idea was to write a proper introduction to this piece, which came to me in Facebook via the Fuentes Rojas (Red Fountains) web page. Written by a Professor of Education, it is a beautiful description of the goals and motivations associated with the project Bordando por la Paz (Embroidering for Peace) now underway in Mexico and around the world. The translation is mine.
Let me urge anyone who is interested in joining to contact me directly: jkbrundage@gmail.com.

Embroidering for Peace: One Victim-One Handkerchief
Among the cities are Pátzcuaro and Zirahuén, Michoacán; along with many U.S. and International Cities
"Robert Antelme's axiom: 'Do not strip anyone of their humanity' is an ethical first principle..."
(Edgar Morin, 2006:115)
e-consulta.com: Martín López Calva*

Daniela is eleven years old and on Sundays, she has been Embroidering for Peace. She and other boys and girls often accompany their mom or dad to this activity that is as simple as it is profound. It is simply about going to the Plaza of Democracy in central Puebla between noon and 3:00 p.m., to sit together with other young people and adults from different parts of the city—people with different occupations, ideologies and beliefs—to embroider white handkerchiefs with the names and stories of the thousands of people who have died in recent years in the so-called "war on drugs" and in other events related to criminal acts, whether a product or not, of organized crime.
"A man died peppered with bullets in front of his house after receiving warnings from an armed group to abandon the city.
Ciudad Juárez, Chihuahua, August 31"
Sometimes Daniela goes to the Plaza instead of watching television or going to the mall. Perhaps without realizing it, she is learning more about citizenship than she might throughout an entire school year of civics and ethics classes.

It is educational because "Embroidering for Peace" (https://www.facebook.com/BordadosPazPuebla) is an act of peaceful and organized protest that silently cries "Enough is Enough!" to the spiral of violence that the country is experiencing. It is an educational activity not only for those involved in it but for the people who accompany those who embroider, and even for people just passing through the Plaza who stop to see. For all these people, we who embroider are witnesses of this symbolic act that aims to make visible what until now has been hidden from view.

Each white handkerchief embroidered with red thread gives voice to the name of a Mexican who has been twice removed from humanity: first because he was deprived of his life in a violent, unjust, and absurd way; and, secondly, because in impunity and oblivion, his murder has remained anonymous.

On each embroidered cloth an invisible story becomes visible. Each story acquires names and faces of those who before this symbolic act were just a number, a figure in the statistics of impunity, in a country where everything happens but everyone, beginning with the authorities, pretends that nothing is happening.

Some of the people who embroider describe it clearly:
"Embroidering one of these stories sensitizes me and makes me more aware of how terrible the situation is that we are experiencing; it makes me realize that each of the sixty-thousand dead was a person with a name, a history, a family and aspirations."
Among those who have been joining to stitch in a timely and permanent way are relatives who tell part of their own history: siblings who lost a brother because he refused to pay "dues" back in a northern state, so the family had to flee, cutting their roots to come live here in Puebla; uncles who ask that the history of a niece murdered one night in the street be embroidered.

And so Sunday after Sunday a community of Embroiderers for Peace is being built of thoughtful, committed citizens who want to provide symbols that make visible what we all hide. A solidarity is being created that extends via the social networks across the miles, holding together other groups of the same movement in distant cities: http://www.eluniversal.com.mx/estados/87029.html.

The goal is to embroider all the possible stories that make up this sea of ​​stories cut short by death in a culture increasingly used to exclude "the others"; for whatever reason, a culture that suppresses the humanity of "the others", either by killing them or by tolerating and accustoming themselves to death, to the "death toll" that is a segment of any television news program.
The goal is to upholster the Zócalo [Mexico City's main plaza] with white handkerchiefs embroidered with the names of all the victims, to shout with a symbol of peace. It is the rebellion of those who do not believe in violence and who do not want violence as the backdrop of our times, of those who do not want our children to inherit a country at war but, instead, want for them a harmonious and fair country where everyone fits, and which does not suppress anyone's humanity.

Like Daniela, many children should train themselves to be citizens beyond the school walls. It would be enough for all of us—those of us who sent them to school to be "trained in values"—to waken from the lethargy in which this system has us...that defines us as consumers and denies us the status of citizens. Instead, we might come to practice citizenship with passion and responsibility. Spanish original
* Martín López Calva holds the Ph.D. in Education; his areas of focus are Human Philosophy and Education, Professional Ethics and "Educational Subjects and Processes."

Still Curious?

I just finished translating this interview with Colombian General Óscar Naranjo, who will be Peña Nieto's outside counsel for security issues. I was skeptical, but Naranjo's enthusiastic embrace of an enlightened concept of law enforcement [in essence, neighborhood policing] working shoulder with a responsible citizenry as the key ingredients for blocking organized crime—well, it makes this article a natural follow-on to citizenship themes enunciated by López Calva in Bordando por la Paz.

Here's the link: Mexico and Colombia General Óscar Naranjo, Peña Nieto's Drug War Adviser.
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Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...