domingo, 8 de mayo de 2016

Del Eclesiastés a la educación



*Fragmento de mi libro: Aquí quiero yo verlos. La lucha y la danza en las aulas. Publicado por la Ibero Puebla en 1999.


a Gabriel Anaya Duarte S.J.

“para todo hay una estación y hay un tiempo
para cada cosa bajo el cielo… “
(3, 1-9)


Un tiempo para nacer y un tiempo para
morir…
Un tiempo para crecer y un tiempo para
profundizar…
Un tiempo para sembrar preguntas
inquietudes y deliberaciones, y un tiempo
para cosechar hombres que sienten, piensan
y viven humanamente…
Un tiempo para destruir los viejos prejuicios
y la apatía, y un tiempo para construir la
comprensión del universo y el interés por
seguirlo conociendo.
Un tiempo para llorar por los problemas y las
frustraciones de los alumnos, y un tiempo
para reír por sus logros, sus satisfacciones y
su testimonio de vida…
Un tiempo para separar los elementos de la
realidad y un tiempo para unirlos en visiones
comprensivas…
Un tiempo para ganar en experiencias y
reconocimientos, y un tiempo para perder por
errores e incomprensiones…
Un tiempo para conservar los valores auténticos
de nuestra herencia, y un tiempo para buscar y
descubrir nuestros valores…
Un tiempo para callar y esperar a que surja la
inteligencia del grupo, y un tiempo para hablar
y orientar la búsqueda de inteligencia de los
estudiantes…
Un tiempo para amar a los estudiantes hasta la
entrega incondicional y un tiempo para odiar
todo lo que les impide abrirse a su propio
desarrollo…
Un tiempo para la guerra contra los prejuicios
y las injusticias, y un tiempo para la paz que
educa en el amor…
Un tiempo para planear y un tiempo para
testificar lo planeado... un tiempo para facilitar
el aprendizaje, y un tiempo para evaluar los
frutos…

Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...