domingo, 6 de marzo de 2016

VI.-EL VALOR DEL INDIVIDUALISMO Y LA COMPETENCIA.




 *Fragmento de las memorias de mi vida en Boston en 2007-2008.

            Lo encontré en el manual de bienvenida para estudiantes extranjeros. Como aquí hay recetas y estudios estadísticos para todo tipo de casos, el ya citado manual traía una sección dedicada al shock cultural. Allí entre otras cosas -como las estadísticas y estudios de cuáles son los síntomas del shock cultural y qué hacer en caso de que lo esté uno empezando a padecer-, traía un listado de los VALORES de la sociedad norteamericana. Muchos valores reales como la tolerancia, el respeto, otros no tan valores sino más bien manifestaciones de estos valores como el vestir informalmente, el trato no protocolario entre profesores y alumnos, etc. y entre los valores mencionados me sorprendió-quizá es parte del shock cultural- encontrar el del INDIVIDUALISMO. En este rubro, se menciona que así como otras sociedades tienen como valores fundamentales la dimensión comunitaria y la cooperación, esta sociedad tiene como uno de sus pilares el individualismo y que como extranjeros habría que respetar y asumir este “valor”.
            Del individualismo a la competencia sólo hay un paso y esta dimensión se percibe en todos los niveles y en todas las áreas de la vida social. Algunos estudiantes mexicanos que llevan acá algunos años ven con naturalidad esta dimensión y otros incluso la alaban : “En México alguien que no trabaja tiene su lugar en la sociedad y es tolerado, aquí acaba de homeless o se da un tiro...” me dijo una estudiante mexicana de posgrado como alabando este supremo valor. Una pareja de salvadoreños nos contaba en el parque esta necesidad de tener dos trabajos cada uno y matarse todos los días para poder sobrevivir y mandar algo de dinero a la familia, una guatemalteca que atiende la cafetería de Boston College nos decía de la importancia de mantener ese trabajo para poder tener acceso a la beca de su hija que ya va a entrar a la universidad. En este sentido el valor, ese sí, de la democracia que tanto pregonan los norteamericanos realmente se empieza a sentir y a vivir en la sociedad, al menos entre los jóvenes y en los ámbitos universitarios y escolares de esta ciudad. El profundo respeto por los diferentes en raza, sexo, condición socioeconómica o capacidades y salud mental y física es evidente, y la convivencia natural entre alumnos muy ricos con alumnos que trabajan en BC como empleados de servicio o choferes del Shuttle es muy notable.
                       Pero volviendo a la competencia...Es muy impresionante percibir desde dentro esta cultura del “cada quien su vida...” o “ráscate con tus propias uñas...” que se nota a simple vista como un positivo respeto y libertad de vestir, calzar, usar o no arete donde sea, etc. sin que nadie te vea mal o te diga nada. Sin embargo este desinterés individualista y este nivel de competencia por acceder a una profesión, a un grado, a un empleo semeja realmente una carrera sin límites y , lo peor de todo, sin un sentido definido más allá del fantasma o el espejismo del EXITO INDIVIDUAL.



Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...