lunes, 9 de marzo de 2015

LA FUERZA INVENCIBLE DE LO PEQUEÑO




“El aleteo de una mariposa en mi jardín puede
producir una tempestad en el Pentágono. Es decir, todo
es interdependiente. A veces, el eslabón aparentemente
más insignificante es el responsable de la irrupción de
lo nuevo.”
Leonardo Boff.

            La fuerza de la terrible realidad de la guerra, de la invasión y destrucción del débil por el poderoso, presente en toda la historia de la humanidad, puede ser desmoralizante y llevarnos a la desesperanza, a la desmovilización, a la impotencia ante unos hechos de los que nacen  preguntas como: ¿Qué puede hacer una serie de movilizaciones de la sociedad civil protestando contra la guerra y otras formas de violencia? ¿Hasta dónde es inútil manifestarse ante un poder avasallante, totalmente ciego y sordo ante los reclamos de las mayorías que protestan?
            Es difícil sin duda, tratar de responder estas preguntas ante el terror de las bombas, de las muertes o mutilaciones de personas inocentes cuyos rostros conocemos todos los días a través de la prensa o la televisión. Sin embargo, a pesar de todas estas evidencias en contra, es preciso continuar en la búsqueda de una transformación de la cultura de la muerte y la imposición a la cultura de la vida y de la participación, del mundo de la injusticia y el poder al mundo de la equidad y la fraternidad.
            Para ello, resulta iluminadora la reflexión de Leonardo Boff, acerca de las dos condiciones para hacer posible la paz: por un lado, la aceptación de la polaridad amor-odio, opresión-liberación, caos-cosmos, que constituye la condición humana; por otra parte, la lucha comprometida por fortalecer el lado luminoso de esta contradicción haciendo que se limite e integre el polo tenebroso.
            Este es el camino que, dice el mismo Boff,  parece haber sido abierto por la sociedad civil mundial que se ha unido en la protesta sim-bólica (lo que une), que denuncia el proceso dia-bólico (lo que desune) de las diversas formas de violencia y exclusión que caracterizan esta era de hierro planetaria (Morin). La conciencia humana que se empieza a manifestar en este mundo de las redes sociales a favor de lo luminoso de la humanidad y se avergüenza con lo tenebroso del odio y la muerte que adquiere formas cada vez más sofisticadas que nos muestran la irracionalidad y la irresponsabilidad de un sector poderoso de la humanidad guiado fundamentalmente por la ambición y los intereses de grupo.
            Es el camino de la solidaridad activa planetaria que, aún incipiente empieza a expresarse, como un símbolo más, como un esfuerz que persigue aportar elementos para organizar la esperanza y darle cauces a la búsqueda de un mundo más humano y más justo. Un camino humilde pero confiado en este “efecto mariposa” que constata la profunda e indisoluble interconexión de todos los procesos del universo y de la historia humana y que cree en que “a veces, el eslabón aparentemente más insignificante es el responsable de la irrupción de lo nuevo”.  Sumemos pues, el sencillo pero significativo y profundo eslabón de nuestro esfuerzo y testimonio cotidiano, a la cadena de pequeños eslabones que pueden ir haciendo que surja este nuevo mundo posible en el que venga, de lo pequeño, la fuerza secreta de la paz.
           










Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...