martes, 23 de marzo de 2010

Las clases y el futbol


* Para Alfredo Naime

I
Hay profes que se sienten el “Maradona” de las aulas y basan sus cursos en su talento individual, son “los estrellas solitarios” que hacen filigranas con el contenido y dan clases geniales de las que los alumnos a veces ni se enteran… Brillan mucho, pero dejan poco en el sentido educativo

II
Hay profesores que no son tan brillantes pero que saben cómo “armar juego” para los estudiantes, “darles el balón” continuamente para que ellos hagan el partido, son los “jugadores de conjunto”, los que hacen “labor de sacrificio” de esa que no brilla tanto pero que es más constante y compartida… Esos son los que hacen falta en las canchas de la educación.

III
Tenemos profesores que juegan siempre a la defensiva. Van a cada clase por el “empate a cero” con los alumnos, un resultado que no les dañe y les garantice siempre la permanencia en “la primera división” pero que tampoco hace goles: ningún efecto educativo en los estudiantes. Profesores aburridísimos, llenos de trucos y “marrullerías” para hacer tiempo, para pasar el tiempo, para no trascender a su tiempo.

IV
Tenemos en cambio profesores que arriesgan, que van hacia adelante siempre y no les importa que les hagan algunos goles mientras ellos puedan causar efectos en el estudiante. Profesores que cuidan el “espectáculo” tanto como los resultados, profesores que se entregan con creatividad y pasión en la cancha educativa, que “sudan la camiseta” con un sentido que va más allá de “evitar el descenso” en sus evaluaciones.

3 comentarios:

Gabo dijo...

Está muy bueno, muy, muy bueno. Lo mismo se aplica, con sus debidos ajustes, a otras áreas profesionales.

Por cierto, en ese libro que mencioné en otro comentario ("Build to Last" que creo que quedamos que tradujeron como "Empresas que perduran"), hablan de la diferencia entre "decir la hora" y "construir relojes". El que dice la hora es el "sacerdote" que sabe cómo leer el tiempo, y acierta, pero nadie sabe cómo le hace. El que construye relojes es el que pone su empeño en dejar una máquina para que cualquiera pueda saber la hora. Aquí en mi trabajo usamos mucho esa distinción: En general, "es mejor construir relojes que decir la hora".

Pero para los que crecimos en un país futbolero (o sea, para la mayoría del mundo), tu texto es ideal. Me dio un empujoncito de motivación ahora que vengo llegando a la oficina, empezando el día.

Un abrazo,
Gabo

Martín López Calva dijo...

Gracias por tu comentario, Gabo. Me motiva a mí a seguir poniendo mis textos aquí. La imagen de "decir la hora" y "construir relojes" también me parece excelente. No he podido buscar el libro que ya me habías comentado. Trataré de hacerlo. Un abrazo

Jesús dijo...

Excelente comparación, al leer el texto inmediatamente traté de ubicarme en la cancha de la educación. Hoy estoy formando maestros y aunque me consideraría en la última clasificación sé que tengo un reto con uno de mis alumnos que le gusta empatar a cero siempre, tengo que ser creativo y encontrar una alternativa que lo haga arriesgar. mis felicitaciones y es un gusto leer sus escritos.

Tres imágenes para el día del maestro.

*De mi columna Educación personalizante. Lado B. Mayo de 2012. 1.-Preparar el futuro, “Qué lindo era el futuro...