“This one fact the world hates:
that the soul becomes.”
(El mundo odia este solo hecho:
que el espíritu llega a ser)
Ralph Waldo Emerson*
“The Babel of our day is the
cumulative
product of a series of refusals to
understand...”
(La Babel de nuestros días es el producto
acumulativo de algunas series de rechazos
al acto de comprender).
Bernard Lonergan (Insight, p. 267)
INTRODUCCIÓN:
COSMÓPOLIS COMO UNA X.
¿Por qué Cosmópolis en un mundo sin
utopías? ¿Por qué Cosmópolis en La Babel de nuestros días? ¿Qué es esto? ¿Otro
discurso al inicio de un nuevo milenio? ¿Otra teoría mesiánica? ¿Una nueva
religión o secta? ¿Es cosmópolis la
solución mágica o la receta contra la confusión del mundo?
“Still, what is Cosmopolis? Like
every
other object of human intelligence,
it is, in the first instance, an x…”
(Pero, ¿Qué es Cosmópolis? Como
cualquier otro objeto de la inteligencia
humana, es, en primera instancia, una x...”)
(Insight, p. 263)
No hay duda de que el inicio del tercer milenio es un tiempo de crisis
en todos los campos de la vida humana. Crisis económica, caracterizada
principalmente por un constante aumento en la diferencia entre individuos y
países ricos y pobres, crisis política,
manifestada en múltiples conflictos y fragmentación social, crisis cultural,
presente en una forma de confusión moral y religiosa, el relativismo, el
subjetivismo... “La Babel de nuestros
días...”
Época de cambios dicen la mayoría de
los analistas y los políticos, “cambio de época” dice Gorostiaga (1995) acerca de esta crisis.
Cualquiera que sea el caso, el hecho es que la humanidad está en una etapa de
transición y por lo tanto, en busca de nuevos significados, para darle nuevo
sentido a la propia vida y a la historia humana. La crisis de esta era es una crisis de
sentido, una crisis de lo que realmente importa, de lo verdadero, de lo que es
realmente bueno para la existencia. Esta
crisis es el resultado de “una acumulación... de series de rechazos de la
comprensión” como Lonergan afirmó,
y, una acumulación de series de
negaciones a escoger lo que es bueno para todos, de acuerdo con las exigencias
intrínsecas de la actividad consciente intencional humana. El Padre Arrupe[2]
estaba en lo cierto cuando dijo: “Hoy, es evidente que los hombres podrían
hacer que este mundo fuera más justo, pero no quieren”.
¿Cómo puede el mundo revertir ese
“ciclo amplio de decadencia?” (Lonergan, 1992). En este trabajo se explorará la
noción de Cosmópolis, a partir del significado heurístico de la “x” mencionada
en la página anterior. La finalidad es mostrar que Cosmópolis, esa “x”, no es
un lugar, un tiempo, un modelo o receta, o un final; Cosmópolis es una búsqueda
permanente de la inteligencia humana y libertad responsable que puede llevar al
mundo a salir del “ciclo amplio de
decadencia” en que se encuentra, caminando progresivamente del sentido común al
auténtico desarrollo de un “sentido en común” para reorientar a nuestro
mundo hacia la justicia y la paz.
Esta búsqueda implica una serie de
retos para la educación. La Educación es
una de las herramientas más importantes para que Cosmópolis llegue a ser una
realidad, los maestros pueden jugar un rol muy importante si orientan su
trabajo hacia la auto-apropiación de sus estudiantes para la construcción de la
comunidad y la transformación social, basados en las exigencias de un
“irrestricto deseo de conocer y elegir bien” (Doorley, 1996.) Estos retos sólo podrán lograrse si la mente
y el corazón de los maestros experimentan una verdadera transformación a través de la autenticidad. ( Stenhouse, en
Rugarcía, 1996)
- DESDE EL SENTIDO COMÚN: COMPLEJIDAD HUMANA.
“Not man but men inhabit this
planet.
Plurality is the law of the Earth.”
(No el hombre, sino los hombres
habitan este planeta. La pluralidad
es la ley de la tierra”)
Hannah Arendt. **
La pluralidad, esta “ley de la Tierra” que menciona Arendt, es la base
de la riqueza de la historia humana, pero también, de su complejidad. Es dentro de esta pluralidad que cada sujeto
humano tiene que construir su propia vida; el producto de esta pluralidad es el
progreso social o su decadencia. Estos
procesos acontecen en un marco de pluralidad de seres humanos y como resultante
de una serie impredecible de dialécticas personales, de grupos y de
sociedades. Tal construcción puede ser
pensada como una búsqueda permanente,
acumulativa y contradictoria “desde el sentido común y hacia un sentido en
común” del desarrollo humano de la inteligencia humana a través de la historia.
“La pluralidad es la ley de la
Tierra”, pero ésta opera a través de la unidad de un “patrón normativo de operaciones recurrentes
y relacionadas que dan lugar a resultados acumulativos y progresivos”
(Lonergan, 1994, p.5) Este conjunto de
operaciones de la actividad consciente intencional constituye el método
trascendental, el método de la búsqueda humana.
El método trascendental es la
estructura heurística básica y común que permite la concepción de
cosmópolis. El proceso humano que va del sentido común a un sentido en
común guiado por la inteligencia.
¿Qué es el sentido común? ¿Qué es lo
que la desviación general del “sentido en común” que hace necesaria la Cosmópolis
significa? ¿Qué es lo que implica el proceso de búsqueda de unidad en la
pluralidad?
1.1. -El Sentido Común y su Sujeto: Una dialéctica
interna.
“...one
meets intelligence in every walk of life.
There are
intelligent farmers and craftsmen…
Intelligent doctors and lawyers… There is
Intelligence
in industry and commerce… There
is
intelligence in the home and in friendship… in the
arts and
in entertainment…”
(“Uno encuentra inteligencia en cualquier
camino de
la vida. Hay granjeros y artesanos inteligentes...doctores
y abogados inteligentes...hay inteligencia
en la industria y el comercio...
hay inteligencia en el hogar y en la
amistad...en las artes y en el
entretenimiento”)
(Insight, p. 196)”
De hecho, Lonergan establece que el sentido común es un tipo de
inteligencia, un tipo de inteligencia muy especializado, no menos importante
pero diferente de la inteligencia científica y filosófica. La inteligencia del sentido común se
relaciona con conocer lo concreto y lo particular, nunca aspira a la universalidad,
no hace uso de un lenguaje técnico, y es una forma práctica de adquirir el
conocimiento.
La meta del sentido común es
entender las cosas relacionadas con nuestros sentidos, mientras
que el conocimiento científico está interesado en la relación que hay
entre unas cosas y otras. En otras
palabras, el sentido común hace descripciones y la ciencia hace explicaciones.
Sin embargo, Lonergan establece que el conocimiento científico y el sentido
común son complementarios en el proceso de la construcción humana y
social.
Hay un campo subjetivo y otro
objetivo del sentido común (Lonergan, 1992; 1993). Según Lonergan, dentro del campo subjetivo,
hay “cuatro patrones básicos de
experiencia”, cuatro “ grupos de relaciones inteligibles que integran
secuencias de sensaciones, memorias, imágenes, voliciones, emociones, y
movimientos corporales...”(Insight, p.206), cuatro modos principales de operar
de la estructura de la consciencia
intencional humana en sus niveles empírico, inteligente, reflexivo y
existencial. Cada modo o patrón enfatiza
el despliegue de uno de estos niveles de operaciones en particular –aunque no
excluye a los otros- y se define por una búsqueda específica. Estos patrones básicos de experiencia son: el
biológico, el estético, el intelectual y el dramático.
El patrón biológico está relacionado básicamente con el primer
nivel de conciencia (nivel empírico) y
sus operaciones están orientadas a la
supervivencia, la reproducción y auto-conservación del sujeto humano; la extroversión
es la característica más importante de este patrón. El patrón estético emerge porque no hay nada
puramente biológico en la vida humana,
sino más bien una tendencia a la liberación del “gozo de auto-justificación”,
del deleite estético espontáneo; este patrón está relacionado con los niveles
de la experiencia (empírico) y de la inteligencia. Por su parte, el patrón intelectual está
relacionado con los niveles de inteligencia y razonabilidad y favorece el desarrollo
del “deseo irrestricto y desinteresado
de conocer” que se manifiesta en la apertura a la investigación y al
cuestionamiento. Finalmente, el patrón
de experiencia dramático esta relacionado con el proceso de construcción de la
propia existencia. “La primera obra de arte (del sujeto humano) es su propia
vida” afirma Lonergan (Insight, p.210) Este patrón dramático enfatiza el nivel
de operaciones de deliberación y decisión a través de la comprensión práctica.
(Braio, 1992).
La operación del sujeto bajo las demandas de los patrones
mencionados, que funcionan inter-dependientemente, genera una dialéctica
interna porque estas demandas son a menudo contradictorias. Desde esta
dialéctica el sujeto se desarrolla de manera autónoma o, por el contrario, se rehúsa definir su propio drama llegando a
ser un autómata (drifter), una persona que piensa lo que otras personas
piensan, afirma lo que otros afirman, decide y actúa como los demás lo hacen.
(Doorley, 1966)
El drama básico, el drama del sujeto es una necesidad
existencial, al mismo tiempo motivante y paralizante: la exigencia de construir
su propia vida de manera libre y responsable en el mundo plural y
contradictorio que le toca vivir.
La
tensión que provoca esta exigencia de construir la propia existencia, puede
suscitar un sesgo, prejuicio o “desviación dramática”, que es una aberración
del entendimiento que obstaculiza el desarrollo del sentido común. Para
explicarla, Lonergan habla de “escotosis”, represión o inhibición. La
desviación dramática consiste básicamente en una función excesiva del censor
del inconsciente que bloquea el surgimiento de las imágenes adecuadas que
favorecen la emergencia de intelecciones
en el sujeto. Con esto, el sujeto se vuelve progresivamente “ciego” a ciertos
elementos de comprensión de la realidad y de su propia existencia dentro de
ella que le impiden la construcción verdaderamente libre y responsable de su
propio drama.
De este modo, el proceso dialéctico interno es el primer
problema para avanzar “del sentido común a un sentido en común”.
1.2. - Intersubjetividad y
orden social: La dialéctica de la comunidad.
“Common sense is practical... It
seeks knowledge,
not for… the pleasure of
contemplation, but to use
knowledge in making and doing.
Moreover, this
making and doing involve a
transformation of man
and his environment.”
(“El sentido común es práctico...busca conocimiento
no para ...el placer de la contemplación, sino para
usar el conocimiento en hacer y construir. Más aún,
este hacer y construir envuelve una transformación
del hombre y de su ambiente”)
(Insight, p. 232)
El avance de la inteligencia
práctica del sentido común es registrado no meramente en la memoria sino en
productos concretos y en instrumentos prácticos. El progreso material es el
producto de la realización concreta de ideas prácticas sucesivas que
desarrollan el sentido común a través de la historia de diversas culturas o
situaciones geográficas. Sin embargo la realización de nuevas ideas prácticas
es imposible sin la cooperación humana. El sentido común demanda la división
del trabajo, la organización de procesos productivos, un giro económico y
sistemas políticos entre otras condiciones. Claramente se van estableciendo
ciertos “esquemas de recurrencia” que permiten el funcionamiento del orden
social. Pero no es menos claro que su
funcionamiento no es inevitablemente fundado en la búsqueda del bien general.
(Insight, p. 235)
El segundo proceso dialéctico
consiste en la posibilidad del
funcionamiento o no de los esquemas de recurrencia que facilitan los modos
concretos de cooperación humana. Este es el proceso que ocurre entre la
Intersubjetividad espontánea y la
necesidad de un orden social inteligente. Esta es la lucha entre deseos
personales o deseos Intersubjetivos espontáneos de grupo y el deseo general de
un bien común inteligente, razonable y responsable. La lucha entre “lo humano
como construcción común inteligente...esto es, como un legislador y como...un
individuo sujeto de sus propias leyes...” (Insight, p. 240). Existen en este
aspecto, procesos que obstaculizan el desarrollo del bien de orden general,
como el egoísmo individual y la desviación de grupo que bloquean la sucesión de
actos de intelección que se orienten al bien común pero que pueden afectar los
intereses personales o de un grupo o clase dominante.
La dialéctica de comunidad coexiste
con, pero difiere de la dialéctica del sujeto dramático. Lonergan afirma la posición dominante de la dialéctica de
comunidad, pero plantea que esta posición dominante no es absoluta. En esta
dialéctica podemos encontrar “... la desviación individual del egoísmo, la
desviación grupal con sus conflictos de
clase y la desviación general que tiene a poner el sentido común contra la
ciencia y la filosofía...” (Insight p.244)
Para lograr un mejor entendimiento de la
noción de Cosmópolis es necesario discutir la desviación general. La desviación
general es el error que consiste en absolutizar el sentido común considerándolo
como el único camino para conocer y transformar la realidad. Esto lleva al
proceso social a fracasar al no considerar la importancia del conocimiento científico y filosófico como
caminos generales, mediados y de largo aliento para conocer y mejorar el mundo.
La desviación general puede ser también resultado de considerar un campo
disciplinar o profesional como el único camino útil para tomar decisiones con
relación a la organización social, tal como sucede hoy en el mundo con la
visión hegemónica y excluyente de la Economía.
La combinación de la desviación
general y la de grupo es lo que produce la ventaja de un grupo o clase social
por encima de la desventaja de otros, y provoca una distorsión del proceso
de intelección, propuesta,
acción, nueva situación y nueva
intelección, que es propio del progreso, excluyendo algunas ideas fructíferas
como resultado de compromisos o componendas de poder, deseos grupales o intereses particulares.
1.3. - La Humanidad como
Sujeto: La dialéctica de la historia.
“...The refusal of insight is a fact that
accounts
for individual and group egoism, for
the psychoneuroses,
and for the ruin of nations and
civilizations...”
(“El rechazo del acto de comprensión es un hecho que
cuenta para el egoísmo individual y el egoísmo de grupo,
para la psiconeurosis, y para la ruina de las naciones y
civilizaciones”)
(insight, p.259)
El ciclo amplio es producido por la
desviación de grupo y la general y la
distorsión del proceso de desarrollo de nuevas intelecciones que
pueden ser aplicados a una situación
concreta. Durante largos períodos de tiempo puede haber distorsiones que causen
la transmisión de ideas incompletas, prejuicios, pasiones, inteligencia
mutilada entre generaciones. Por lo tanto, la situación es progresivamente,
menos inteligible y más absurda. Esto
nos lleva a la decadencia de naciones y civilizaciones ya que se va bloqueando
la probabilidad de emergencia de puntos de vista superiores que generen un cambio inteligente, crítico y
responsable hacia la humanización de la sociedad.
Lonergan propone tres elementos
para la reversión del ciclo amplio:
primero, la libertad como principio del progreso; segundo, unas ciencias
humanas críticas y normativas, y tercero, la cultura como la capacidad de
preguntar, de reflexionar y alcanzar nuevas y mejores respuestas. La noción de
Cosmópolis de Lonergan, es en parte la integración armónica y progresiva de
estos tres elementos para revertir el
ciclo amplio de decadencia social, esto es, la integración de la cultura en su
sentido auténtico, con una ciencia humana crítica y normativa en un ejercicio
libre que haga posible mantener operando la inteligencia y evitar la “...
exaltación de lo práctico, la supremacía del estado, y el culto a la clase...”
(Insight, p.263)
La tercera dialéctica que constituye
el marco general de la dialéctica interna del sujeto y de la dialéctica de
comunicad es la dialéctica de la historia, en donde la humanidad es el sujeto
construyendo su propio drama a través del tiempo. Este drama general puede ser
obstaculizado por el ciclo amplio de decadencia producido por la desviación
general o dirigido hacia el progreso a través de la construcción de un
auténtico bien de orden humano. Esto depende de la prevalencia de la
inteligencia y la cooperación humanas, como opuestas a las desviaciones grupal
y general.
2. EL CICLO AMPLIO Y LA BABEL
DE NUESTROS DÍAS.
“Winning is not everything;
it is the only thing.”
(“Ganar no lo es todo,
es lo único”)
Vince Lombardi***
“La vida para nosotros ha llegado a
ser una interminable sucesión de contiendas”, dice Kohn (1992) en su libro
sobre “aprendizaje cooperativo”. Aún, en esta afirmación del autor, “nosotros”
envuelve la cultura de los Estados
Unidos, pero puede ser generalizado al mundo actual en la globalización
económica y “la religión de la competitividad”.
Un mundo de contiendas tiene que tener ganadores y perdedores y nuestro mundo
actual es uno con mucho más perdedores
que ganadores. Rico y pobre, famoso e ignorado, primer y tercer mundo, norte y
sur, son algunos nombres que indican la división entre ganadores y perdedores.
Pero en un mundo de contienda, no hay lugar para la cooperación humana: nuestro
mundo está organizado de tal modo que en sus esquemas de recurrencia, la
cooperación no es apoyada.
La Babel de nuestros días puede ser
caracterizada a través e una serie de paradojas:
·
En un mundo información masiva y sistemas
informáticos, los seres humanos están aislados.
·
En un mundo de economía y
economistas, la pobreza es lo más importante y un problema creciente.
·
En un mundo de desarrollo
científico, el medio ambiente y la naturaleza están en un gran riesgo.
·
En un mundo de “progreso”, la
decadencia es evidente.
·
En un mundo de “libertad y
pluralidad”, la fragmentación está aumentando.
·
En un “mundo futurista”, parece
que no hay ningún futuro.
·
En un mundo de expansión del
conocimiento, el mundo no tiene veracidad.
El ciclo amplio no es sólo una idea
de Lonergan, pero está presente para nosotros. El final del siglo XX y su
crisis están mostrando la validación del pensamiento de Lonergan con relación a
la desviación de grupo y la general. El “rechazo a la intelección” parece estar
presente en nuestra cultura donde estamos viviendo la “exaltación de lo
pragmático y el culto a la clase”; el “reino de la economía” se ha transformado
en una desviación general por el descuido reiterado del significado y el valor
del aporte de todos los campos del quehacer y del conocer humano hacia el
desarrollo de la humanidad.
Intereses particulares y grupales
sin rostro definido están haciendo que las decisiones encapsulen la cultura,
manipulando el consciente de millones de personas alrededor del mundo. “La ley
de la Tierra...la pluralidad” que Arendt
proclama es desapareciendo y llegando a ser un modo de vida homogéneo en
el cual no hay personas humanas sino sólo consumidores.
“The actors of the drama of living
become
stagehands; the setting is
magnificent; the
lighting superb; the costumes
gorgeous;
but there is no play...”
(“Los actores del drama de la vida llegan a
ser expertos; la escenografía es magnífica;
la iluminación es soberbia; el vestuario es
sensacional; pero no hay drama...”)
(Insight, p.262)
El grito desesperado de hoy demanda
cooperación, una inteligencia que revierta el ciclo amplio e ilumine el túnel
oscuro del futuro. El reto no es propiciar que toda la gente viva el “American
way of life” o que todos los países lleguen a ser “desarrollados” como el
desarrollo económico es concebido actualmente. El reto es lograr una
“civilización de la sencillez cooperativa” que implica, un completo cambio en
los bienes particulares que son producidos y consumidos hoy, en el bien de
orden que está establecido, y en los valores que sustentan nuestras vidas.
(Sánchez, 1997)
Dichos cambios serán posibles sólo si el proceso de globalización que está
tomando lugar en la esfera económica es transpuesto por una “globalización de
nuestra conciencia”, haciéndonos
conscientes de que los problemas mundiales son nuestros propios
problemas. Por otra parte la noción del “Desarrollo Sustentable” tiene que ser
asumido en toda su magnitud, no sólo en su dimensión ecológica, sino en una
noción heurística de búsqueda de un nuevo estilo de vida, la “civilización de
la sencillez cooperativa” que el mundo esta necesitando en este tiempo. Esto
implica una conversión progresiva intelectual y moral de la gente que ocupa
puestos de influencia en las ramas de la economía, la política, la cultura, la
ciencia y la religión. Éste es el nuevo “sentido en común” que con una visión
de Cosmópolis parece estar hoy descubriéndose.
2.
PARA UN SENTIDO EN COMÚN:
COSMÓPOLIS NO ES UN LUGAR O UN TIEMPO.
“Cosmopolis is above all politics”.
(“Cosmópolis está por encima de toda política”)
(insight, p.264)
“If social scientists take the
actual data
of the social situation as the norm
for
critically judging the reality of
the situation
they are abandoning the normative
guide
that is intrinsic to their own
desire to know.”
(“Si los científicos sociales toman los datos actuales
de la situación social como la norma para el juzgar
críticamente la realidad de la situación, ellos están
abandonando la guía normativa que es intrínseca
a su propio deseo de conocer”)
(Flanagan, 1997, p.94)
Lonergan
escribe claramente lo que Cosmópolis NO ES. De Insight (Capítulo 7, Sección
8.6) podemos entender que cosmópolis no es una nueva utopía en el sentido de un
tipo de gobierno, un modelo económico o una confesión religiosa. Cosmópolis
está “arriba de toda política” pero también está más allá de conflictos
grupales o de clase, de “fuerza policíaca” o
de una solución simplista y superflua de los problemas humanos.
Cosmópolis no es un lugar, no obstante
tiene un mapa no bien definido y estructurado, pero un mapa heurístico en
nuestra propia dinámica intencional
consciente. Si vamos a desarrollar y apropiarnos de las exigencias básicas “del
método que somos” (Ancona, 1990; 1996), si estamos mejorando nuestra capacidad
de ser atentos, inteligentes, razonables y responsables, podemos participar
en Cosmópolis y “proteger el futuro en
contra de la racionalización de abusos en la creación de mitos” (Insight, p.265).
Cosmópolis es “una dimensión de la conciencia” (Insight, p.266) y la única
condición para estar ahí es la busca genuina de la autenticidad, la suposición
genuina de la dialéctica personal y del compromiso genuino con el drama del
vivir humano en la historia.
Cosmópolis no es un tiempo en particular,
pero hay un calendario; el calendario
que registra el desempeño de la conciencia humana a lo largo de la historia, desde el sentido
común no diferenciado al sentido común diferenciado, desde la ciencia clásica a
la ciencia estadística, y a la conciencia histórica. (Lonergan, 1993)
Cosmópolis implica “... asirse a los orígenes históricos y a un descubrimiento
de las responsabilidades históricas...” (Insight p.266) Es un acercamiento
crítico a la historia humana, un compromiso con el futuro, viviendo
auténticamente el presente y empezando a ser conciente del pasado. Cosmópolis
es el trabajo de vivir el drama en perspectiva, con una visión creativa de la
totalidad, trascendiendo a la visión inmediata.
Cosmópolis no es un modelo o una receta pero hay algunos
modelos parciales y limitados pero útiles y además tenemos los ingredientes.
Los ingredientes están en las “exigencias normativas de nuestro deseo de
conocer y elegir bien”, la inmanente y espontánea capacidad de cuestionamiento,
entendimiento, reflexión, juicio, valoración y elección. Las exigencias de
autenticidad son los ingredientes para participar en la Cosmópolis. Los modelos
son todos los seres humanos que fueron y están siendo auténticos en las
diferentes culturas y períodos históricos, la gente que ha estado siendo “...
supremamente práctica ignorando todo lo
que es pensado como verdaderamente práctico...” (Insight, p.264), la gente que
ha vuelto operativas las ideas de la desviación
general del sentido común considerado como no operativos.
Finalmente, Cosmópolis no es un fin
sino una búsqueda permanente y progresiva. Cosmópolis es una noción heurística,
un útil reto, una invitación al compromiso con la inteligencia a través de la
cooperación del sentido común práctico y del entendimiento científico y
filosófico en la construcción de un mundo humano progresivo para todos.
Cosmópolis hoy, es el compromiso de buscar el sentido común y la cooperación
inteligente de un “nuevo sentido en común”, un nuevo significado de
reorientación de la vida humana y la historia humana hacia una más justa y
fraterna “civilización de sencillez cooperativa” en el tercer milenio que
inicia.
En este sentido, Cosmópolis no es un
paradigma (Kuhn, 1970) sino es la causa de cambios de paradigmas en la
historia, Cosmópolis esta más allá de la noción de “un programa de
investigación” (Lakathos, 1970) porque no es un grupo particular de científicos
que están compartiendo sus suposiciones en un momento preciso o época. Es
concreto porque abarca a la totalidad de los seres humanos que estuvieron, están y estarán
desarrollando auténticamente su “irrestricto deseo de conocer y
elegir bien” para cooperar en la
construcción del mundo humano.
4. HACIA UN SENTIDO EN COMÚN: RETOS EDUCATIVOS PARA UNA
NUEVA ÉPOCA.
“The need for a heart that is open
and
in tune with being demands a
pedagogy
which is interested in more than an
intellectual grasp of what it is,
but is
also interested in a formation of
the
heart such that a knowledge of what
is, will be greeted, as well, by an
affective response to what is
known...”
(“La necesidad de un corazón que está abierto
y en sintonía con el ser demanda una pedagogía
que esté interesada en más que una exploración
intelectual de lo que es, sino que esté interesada
además en la formación de ese corazón para el cual
un conocimiento de lo que es, será recibido, también
por la vía de una respuesta afectiva a lo que es conocido”).
(Doorley, 1997 p. 52)
Desde hace muchos años, la educación
ha estado encapsulada en el conceptualismo y el culto a la memorización y la
información. Como un producto de este ciclo amplio y de esta sociedad en
crisis, la educación esta viviendo su propia crisis tratando de escapar de sus
viejos rituales que hoy carecen de significado para los estudiantes. (Rugarcía,
1996) Los maestros han dirigido a los estudiantes a la memorización de
conceptos, fórmulas, funciones y operaciones, bloqueando su “deseo
irrestricto de conocer”.
No sólo nuestra educación ha
olvidado estimular en los estudiantes el cuestionamiento, la indagación, el
entendimiento y el juicio, sino que no ha tomado en cuenta el corazón de los
estudiantes, su dimensión emocional y su propio “deseo irrestricto de elegir el
bien” (Doorley, 1996). El drama de los estudiantes está fuera de las aulas en
la actualidad y la conciencia histórica
que Cosmópolis esta demandando no es manejada dentro los currícula donde la
enseñanza de la Historia es una mera repetición de hechos, nombres y fechas, y
la Filosofía pierde espacios y sentido debido a las demandas técnicas y
pragmáticas del “mercado de trabajo”.
La crisis social del fin del milenio
y el ciclo amplio de decadencia en el cual la humanidad esta inmersa demandan
urgentemente un completo cambio educativo. Este cambio no es un asunto de
métodos, técnicas o materias; este cambio implica la TRANSformación de los
maestros en las dimensiones intelectual y moral. Sólo si las mentes y corazones de los
maestros cambian, puede haber un cambio en la educación como afirmó Stenhouse (
En: Rugarcía, 1995).
El mundo está necesitando una
educación que:
·
Tome en consideración a la persona
en su (dimensiones biológico-sensitiva, lúdico-estética, intelectual y
deliberada.)
·
Trabaje con el estudiante buscando
el descubrimiento y apropiación de su propia conciencia intencional en sus
cuatro niveles: Empírico, inteligente, reflexivo y existencial.
·
Desarrolle la conciencia histórica
de los estudiantes para que puedan descubrir sus responsabilidades históricas
con visión de largo plazo.
·
Cambie su enfoque de la
competencia a la cooperación.
· Cambie su punto de vista individualista por un punto de vista global y
social.
·
Reflexione en la noción del
desarrollo sustentable como un reto para una nueva civilización mundial, basada
en un estilo de vida sencillo.
Una “educación personalizante”[3]
asume su compromiso de trabajo con el estudiante-sujeto en su propia dimensión
física, estética, intelectual y existencial o dramática. Lo anterior permitirá
al estudiante desarrollar su capacidad para establecer relaciones constructivas
con bienes particulares y deliberar y cooperar hacia la construcción de un
auténtico bien de orden. (Lonergan, 1993) Una “educación
personalizante” va a hacer al estudiante consciente de su propia dialéctica
personal, de la dialéctica de comunidad y de la dialéctica de la historia en
orden del descubrimiento y la apropiación de su “deseo irrestricto de conocer y
elegir el bien” y la humanización
concreta de su “libertad efectiva”[4].
(Lonergan, 1992)
Esto implica la transformación
progresiva de la enseñanza de una práctica mecánica y rutinaria a una praxis crítica y creativa.
“With regard to the philosophy of
education
itself, the fundamental problem is
the
horizon of the educationalist – of
the person
or group that has the power and the
money,
that runs the bureaucracy, that
makes the
decisions – and the horizon of the
teacher...”
(“ En relación a la Filosofía de la Educación en sí
misma, el problema fundamental es el horizonte
del administrador educativo –de la persona que
tiene el dinero, que dirige la burocracia, que toma
las decisiones- y el horizonte del profesor...”)
(Lonergan, 1993. p. 106)
Sólo si la educación modifica sus concepciones y
organización, la Cosmópolis podrá irse haciendo probable y tener una influencia
social y cultural que coopere en la transformación del mundo en crisis en un
mundo más humano.
Entender y comprometerse con la
Cosmópolis plantea hoy en día, un conjunto de retos para el sistema educativo y
para la gente que trabaja en la rama de la educación que cree en la
inteligencia humana, la reflexión y la responsabilidad como el medio de
comunicación por el cual la humanidad está siempre buscando
llegar a ser más humana y mejorar el mundo, y en la consciencia humana y sus exigencias de
autenticidad como el único criterio unificador en un mundo donde la diversidad
es la ley, y el amor, es única posibilidad de
auténtica vida humana.
* En Savater Fernando (1988). p.91
**En Savater, Fernando (1988). p.181.
***En Kohn, Alfie (1992) p.3
REFERENCES.
Ancona, Andres. (1990). “La palabra que procede de la universidad”. En Magistralis no. 1. UIA golfo centro. Puebla.
Ancona, Andres. (1996). Experiencias a su imán. UIA golfo centro.
Puebla.
Doorley, Mark.
(1996). The place of the heart in Lonergan´s ethics. University press of America. Lanham, Maryland.
Braio, Frank.
(1992). Notes on an introductory Insight´s workshop. Lonergan workshop. MIMEO.
Flanagan, Joseph.
(1997). Quest for self-knowing. University of Toronto Press. Toronto.
Gorostiaga, Xabier. (1995). “La universidad preparando el cambio de
época”. En Magistralis no. 8. UIA golfo centro. Puebla.
Kohn, Alfie. (1992). No contest. The case against competition.
Houghton Miflin Co. Boston-New York.
Kuhn, Thomas.
(1970). The structure of scientific revolutions. University of Chicago press. Chicago.
Lakatos, I. (1970). Falsification
and the methodology of scientific research programmes. Cambridge University press. Cambridge.
Leland, W. and Mary
Martha Howe. (1975). Personalizing education. Values clarification and beyond. A&W visual library. New
York.
Lonergan, Bernard.
(1992) . Insight. A study of human understanding. Primera edición en:
“Collected works of Bernard Lonergan”.
University of Toronto press. Toronto.
Lonergan, Bernard.
(1993). Topics in Education. Primera edición en: “Collected works of
Bernard Lonergan”. University of toronto
Press.Toronto.
Lonergan, Bernard.
(1994). Method in Theology. University of Toronto Press. Toronto.
López Calva, Martín. (1997). “Para que os espantáis de la culpa que
tenéis. Educación en la crisis,
educación en crisis o que tiene que ver sor Juana con el bienestar para tu familia”.
En Magistralis no. 11. UIA golfo centro. Puebla.
López Calva, Martín. (1997). “Vivir en el pantano. Un ensayo contra la
educación en valores”. MIMEO.
López Calva, M. (2001). “Mi rival es mi propio corazón...” Educación
personalizante y TRANS-formación docente. Hacia una visión integral del proceso
educativo. Ed. UIA Puebla-ITESO_U. Pedagógica Nacional- U. Autónoma de
Tlaxcala- U. Loyola del Pacífico. Puebla.
Rugarcía, Armando. (1995). Hacia el mejoramiento de la educación
universitaria. UIA golfo centro. Puebla.
Rugarcía , Armando. (1996). Educar en valores. UIA golfo centro.
Puebla.
Sanchez, Javier. (1997). “Conocimiento, medio ambiente, comercio
internacional y educación superior”. En Magistralis no. 11. UIA
golfo centro. Puebla.
Savater, Fernando. (1988). La Etica como amor propio. Ed.
Grijalbo-Mondadori. Barcelona.
[1] Este artículo fue escrito originalmente en inglés gracias a una beca
posdoctoral otorgada por el Lonergan Institute en el departamento de Filosofía
de Boston College. Su
título original es: Cosmópolis: From common sense to a sense in common.
Educational challenges in a change of epoch. Agradezco
a la Profra. Lucila Sotomayor de Gil el apoyo en la traducción inicial del
mismo.
[2] Pedro Arrupe S.J. Anterior prepósito general de la Compañía de Jesús.
[3] Esta noción ha sido trabajada por el autor de este artículo en el
libro: “Mi rival es mi propio corazón...” Educación personalizante y TRANS-formación
docente: Hacia una visión integral del proceso educativo. (2001). UIA
Puebla, U. Autónoma de Tlaxcala, U. Pedagógica Nacional, ITESO, U. Loyola del
Pacífico.
[4] Lonergan trata esta noción en Insight. Se refiere a la capacidad de
autodeterminación real y concreta del sujeto en su contexto particular y dentro
de los condicionamientos y restricciones que este contexto le presenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario