"Vámonos
inmóviles
de viaje
para ver la tarde de siempre
con
otra mirada
para ver
la mirada siempre
con
distinta tarde
Vámonos, inmóviles".
Xavier Villaurrutia
EL
HUMANISMO ES LO DE HOY, EXISTE UNO APROPIADO A SUS NECESIDADES
Difícilmente
encontraremos hoy en el mundo alguna persona o institución que no se diga
humanista, o al menos identificada con los principios del humanismo. Sin
embargo, es imprescindible caer en la cuenta de la amplia gama de significados
distintos, e incluso opuestos, que puede llegar a tener este concepto.
Porque
en el momento histórico que vivimos, fragmentados entre el dominio tecnológico
y la desilusión de la tecnología, entre los adelantos científicos y las
atrocidades de la ciencia, entre la comodidad del confort, entre los sueños de
razón y los monstruos, que como bien advertía Goya, ha engendrado la razón, el
Humanismo puede ser desde una estrategia publicitaria hasta una campaña
electoral, desde postura intelectual hasta necesidad vital, utopía con la que
sueñan los románticos "emisarios del pasado" o analgésico que sana
por momentos los dolores del sin sentido de la vida moderna.
En todo este mar
de humanismos hechos a la medida, yo distingo algunos significados generales:
1
.Humanismo como saber: Dícese de aquél que se entiende preferente o
exclusivamente como desarrollo y fusión de las humanidades.
2.
Humanismo como creer: El que trata de englobar cualquier problema o situación
humana en los marcos de una doctrina establecida y dogmática. El hombre para el
sábado...
3.
Humanismo como parecer: Aquel que se sustenta en el discurso y el vestuario, el
café que frecuentas y el libro de Kundera que cargas bajo el brazo.
4.
Humanismo como poder: Todo discurso político que pretenda tener cierta
aceptación debe hablar del hombre y sus derechos, de la libertad y la dignidad,
del PUEBLO. "El pueblo es útil para hablar en banquetes. .." dice
Sabines.
5.
Humanismo como conocer: Dícese del que entiende por humanismo la postura
cientificista que defiende LA VERDAD OBJETIVA, lo verificable, 10 universal, 10
que tiene validez lógica.
EL HUMANISMO COMO EXIGENCIA DE AUTENTICIDAD
Desde mi punto de vista particular,
todos los anteriores "humanismos" responden a parámetros externos,
valiosos y deseables, pero parciales y relativos. Un humanismo que pretenda ser
integral e integrador debe contemplar todos estos aspectos y responder a un
parámetro interno: la exigencia fundamental de todo hombre (transcultural y
transhistórica) de ser auténtico, es decir, de desarrollar al máximo sus
potencialidades humanas en el horizonte histórico y cultural que le toca vivir.
El humanismo es, desde este punto de vista, una praxis continua que propicia el
desarrollo cada vez más pleno de estas potencialidades tanto en la propia
persona, como en las demás.
Entender
así el Humanismo se traduce en actitudes permanentes y en toda una cosmovisión
que parte de la dignidad inalienable de toda persona humana y su derecho a
desarrollar todo aquello que le es propio.
Una manera de formular estas
potencialidades humanas, es la que sostiene la Filosofía Educativa de la UIA,
que afirma seis dinamismos humanos fundamentales: la creatividad, la
criticidad, la libertad, la solidaridad, la integración afectiva y la
conciencia de la naturaleza del propio actuar (apertura a lo ilimitado).
Encontramos aquí una primera
afirmación de la importancia del pensamiento crítico en el humanismo. Todo
hombre posee la tendencia de descubrir afirmar la verdad, dice este documento.
De
estos seis dinamismos fundamentales se derivan actitudes concretas que todo
humanista debe cultivar: Conciencia histórica. conciencia social. experiencia
estética, funcionamiento afectivo, capacidad de reflexión sobre el hombre y
PENSAMIENTO CRÍTICO.
Esta última actitud tiene mucho que
ver con todas las demás, yo me atrevería a afirmar que es la condición de
posibilidad para que se desarrollen. Una real conciencia histórica, social, de
reflexión sobre el hombre tiene que partir de preguntas y sucesivas
aproximaciones, de intelecciones y formulaciones para Ilegar a juicios que se
afirmen como verdaderos. Toda experiencia estética tiene que relacionarse con
el parámetro belleza y tiene que generar preguntas y comprensiones. El correcto
manejo de nuestros afectos parte de la conciencia crítica que se tiene sobre
ellos, de su aceptación y de la deliberación posterior. De manera que el
pensamiento crítico es fundamento de todas esas actitudes propias del
humanista.
No podría llamarse humanista una
persona que no es consciente de sus potencialidades y actitudes, una persona
que no se hace preguntas sobre éstas, una persona que no llega a afirmar
juicios en este proceso, una persona que no somete a crítica su propio proceso
de humanización.
"Se puso a desprender, de la cebolla, y decía:
verdadera cebolla, y decía: He de encontrar la verdadera cebolla, he de
encontrarla"
EL
VICEDIOS SIEMPRE ES ATEO.
El
humanismo, que retomado por el renacimiento va derivado a la modernidad, nació
como el pecado original del énfasis excesivo en la razón, como cualidad
preponderante del ser humano. Camus afirma en el hombre rebelde, que la
modernidad eliminó a Dios pero dejó intacto el principio que representaba, fue
entonces que el vicedios ocupó el trono vacante: y la razón se hizo Dios y
habitó entre nosotros…
En
nombre del humanismo se parcializa al hombre y es la razón el criterio
fundamental que va a regir la nueva sociedad la primacía de la razón es lo
único no sujeto a crítica por esta nueva sociedad que desarrolla el pensamiento
crítico solamente en el sentido de descubrir la manera de encontrar la verdad
razonable, de fundamentarla, de universalizarla y de expresarla correctamente.
Por ello el desarrollo del MÉTODO CIENTÍFICO y de la lógica como forma de
encontrar un lenguaje universal, válido y verdadero objetivamente.
Desde mi punto de vista, el
pensamiento crítico desarrollado por esta sociedad se convierte en un marco
rígido, formalista, abstracto, al cual se tiene que referir todo descubrimiento
de la realidad para ser aceptado. Este ideal de pensamiento crítico va
generando científicos rigurosos y altamente especializados, lenguajes
específicos cada vez más complejos para cada ciencia, mentalidades ordenadas
pero poco creativas, poco dialógicas, poco interdisciplinarias y,
paradójicamente, creo yo, poco críticas.
Es necesaria una crítica seria a
este humanismo que pudiera llamarse tan sólo antropocentrismo, para llegar a un
concepto más integral y humano de pensamiento crítico. De la crítica a este
humanismo y al tipo de pensamiento crítico que generó, estamos llegando, o
llegaremos, a una humanización del pensamiento critico.
¿A qué me refiero con humanización
del pensamiento critico? ¿Cuál es mi concepción de pensamiento crítico
auténticamente humano y por ello, propio del Human
"Para
entonces Mambrú volverá de la guerra"
Un pensamiento crítico auténticamente humano no puede ser
parcial, por lo tanto, yo encuentro que el pensamiento crítico no debe ser un
obstáculo para el desarrollo de las demás potencialidades del ser humano, por
el contrario, debe contribuir a desarrollarlas.
Por todo ello, afirmo que un pensamiento crítico
auténtico:
·
Es creativo, busca continuamente nuevos caminos.
·
Es liberador, lleva al hombre a autodeterminarse de
manera más plena.
·
Constituye la solidaridad, propicia el encuentro,
el diálogo y la corresponsabilidad de los hombres.
·
Es integrador, transforma a todo hombre, incluyendo
su afectividad.
·
Se abre la pregunta por lo ilimitado, no se
concreta a buscar lo empíricamente demostrable
·
Somete a crítica sus propios juicios.
De este modo, yo descubro que un pensamiento crítico
auténtico tiene relación con el pensamiento lógico, en tanto necesita de un
orden, rigor y estructura, pero no se reduce a él; siguiendo a Lipman, comparto
el que es relativo a un parámetro. pero afirmo que ese parámetro no es impuesto
de fuera, sino que responde a estas exigencias propias del ser humano que deben
realizarse y que se van descubriendo (en ese sentido es heurístico; es sensible
al entorno. discierne los elementos de su propio horizonte histórico y
cultural, es autocorrectivo y comprometido con la verdad que descubre (por ello
lo llamarla práxico) y, como es obvio. no tiene más límite que el que su propia
estructura dinámica le impone y las determinaciones de su horizonte
sociocultural.
Un
pensamiento crítico auténtico lleva al hombre a la autoapropiación, es decir, a
ir haciéndose dueño de su propio proceso de autorealización. Un hombre en el
proceso de autoapropiación es alguien seguro de sí mismo y de sus ideas,
alguien abierto al diálogo ya la crítica de otros, alguien que no busca imponer
su Verdad sino encontrar LA VERDAD en comunicación con los demás.
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